Categoría: Literatura chilena

Mario Meléndez

Los poemas de Mario Meléndez (Chile, 1971) han sido comparados por Luis Alberto de Cuenca con “un cuadro de Magritte que se hubiera pintado allá en lo alto de la cordillera andina, en un nido de cóndores”. En su poesía conviven la recuperación de las raíces culturales de América Latina y Chile con el gusto por lo insólito y absurdo.

QUÉ DEBO HACER PARA CANTAR

… a Telvy Orellana

Qué debo hacer para cantar
si a veces se me pierde el grillo
que llevo adentro
se me desprende la campana
el timbre, el ave
y sólo me queda el latido
de algún jilguero en la memoria
luchando por desatar su melodía
sobre las alas del abecedario
Y cuando encuentro al fin mi flauta
en un estanque del tiempo
se me oscurece la garganta de pensar
a quién, a quién, a quién
dirigiré las notas
de este arcoiris sin luz
de esta ampolleta mal colocada
y casi siempre insatisfecha
Preferiría escuchar por las tardes
a una gaviota sentada en mi cuaderno
jugando a ser paracaídas
en los espacios en blanco
o repetir el grito de unos bigotes
al ser arrancados de su lugar de origen
Preferiría el sonido de un huevo
sacándole la lengua al aceite
apresurado por entrar a la boca
de mil mujeres sin dentadura
Entonces recuerdo
que llevo pegada una mosca
al tímpano del alma
ella se reproduce en mis sueños
y no es violín
porque en la muerte desafina
y se le rompen las cuerdas
al detenerse en la sangre.

Vuelo subterráneo, 1996.


Ludwig Zeller

Los poemas y los collages del chileno Ludwig Zeller (1927) son una muestra más de la larga y fértil supervivencia del surrealismo en las letras y en las artes plásticas de América Latina. Su obra supone una revalorización del sueño como fuente de conocimiento.

DOBLADO EN DOS SOBRE LA MESA ESCUCHO

Doblado en dos sobre la mesa escucho, cómo suben
Y bajan las poleas. Tantos años perdidos sobre ese polvo
Seco que ensordece. A veces en la noche me pregunto
A mí mismo por los muros salobres y empiezo a sollozar.

¿Para qué tanta angustia, tanta estrella girando
Hecha una brasa en los cielos de ayer? Me recuesto
En la plancha, dura como un madero de difunto.
¡No hay respuestas! Si pudiera tan solo hacer al fin un nudo
Con palabras capaces de dar cauce al alarido, ese recuerdo
De los seres ciegos, que no logro olvidar.

Pero ahora por fin, siento extendido el cuerpo
En un río de marfil tibio que sonríe, ondula y se pregunta
Por las líneas del techo, los clavos y el porqué.
Jamás mi mesa
Ya será una mesa, ahora entiendo, bajo la tersa piel
Fluye la sangre. ¿Escuchas? Recorrer estos límites
Es encontrar a Dios, llegar hasta ese borde del desierto
Que encabrita a los vientos. Ha empezado a llover.

Imágenes en el ojo llameante, 1999.


Ulises Varsovia

La poesía de Ulises Varsovia (Chile, 1949) muestra cierta preferencia por el poema breve o de extensión media, el verso libre y los tonos neorrománticos, desde el melancólico, en los poemas que rememoran desde la distancia su Valparaíso natal, hasta el rabioso con que denuncia las injusticias.

AUTOCANCIÓN

Las palabras
caen
del espíritu al papel
como una íntima voz
que deviniera libre,
de pronto, y gritara.

No puedo nada contra ello, Claire,
ellas se abren paso en mi interior,
ellas huyen de su prisión
y traducen mis más secretos sueños.

En el alto otoño,
mientras la muerte cercena
vegetales existencias,
se yerguen las palabras
desde el silencio
y delatan mi interior inaccesible.

Una canción canta entonces en mí
como un esclavo devenido libre
que acusara a su señor y le humillara.

Sobre el papel, entonces,
con plena conciencia, despiadadas,
cantan ellas mis más ocultos sueños,
yacen ante mí
cual niños quejumbrosos
erigidos brutalmente.

El otoño en San Gall, 1992.


Cecilia Casanova

Cecilia Casanova (Santiago de Chile, 1926-2014) es autora de poemas brevísimos, trasparentes, intensos, “sin efectos especiales”. Su poesía muestra una sensibilidad frágil y lúcida a la vez; invita al lector a detenerse, a descubrir lo inmenso en lo cotidiano.

TALLER

A un poema
lo mata la palabrería
como a un cisne
la contaminación.

Poemas del vago y del simpático, 2010.


Osvaldo Ulloa

Todavía te busco y no te encuentro, detalle XX, de Javier Azurdia

Osvaldo Ulloa (Chile, 1954-2008), discípulo aventajado de Ernesto Cardenal, es autor de breves poemas, de lenguaje sencillo y natural, en torno a la trascendencia del amor. Conjuga la tradición clásica del epigrama con referentes e imágenes muy contemporáneos.

NO TENÍA QUÉ COMER…

No tenía qué comer
pero te tenía a ti, poesía
no tenía donde dormir
pero te tenía a ti, poesía
no tenía qué ponerme
pero te tenía a ti, poesía
y cuando me empezó a ir bien
cuando empecé a comer bien
cuando tuve una blanda cama
cuando fueron varias mis camisas
cuando ella empezó a amarme de veras
entonces tú creyendo que era feliz
te fuiste lejos
dejándome ciego sordo mudo.

Poemas de amor, 1996.