El tono intimista, la expresión culterana o surrealista, el trasfondo mítico, profundamente ligado al Mediterráneo, son elementos recurrentes en la poesía del alicantino Juan Gil-Albert (1904-1994).
EL ARTISTA
Sobre montones de cadáveres,
sobre espesuras de gritos que han quedado
hemos bruñido un torso resplandeciente
o espabilado la gracia lunar,
sobre las sombras de los seres resentidos y acres.
Sobre figuras que acapara el polvo,
sobre el humano río que se queja,
sobre la torva espalda del trabajo
la indiferencia de los pájaros que cantan
y la huida cobarde.
Así, porque los guantes ocultan un corazón helado,
porque las bellas palabras son fermentos reverdecidos,
porque la soledad es nuestro nido de gusanos,
se nos llama tulipán o rosa
sobre piras inmensas de hambre.
Candente horror, 1936.