La poesía de Karmelo C. Iribarren (San Sebastián, 1959), realista y coloquial, trata sobre las escenas de la vida cotidiana, sobre las preocupaciones de un sujeto poético ante el sexo y el amor, la edad, la aceptación de un mundo y una sociedad mal hechos.

LA FUNCIÓN DE LA POESÍA

La función
de la poesía
en nuestra sociedad,
ha sido el tema estrella
(durante un par de días)
en simposios, mesas orondas
y demás zarandajas,
a cargo
de eminencias con-
trastadas
en el manejo de las lenguas.

Parece ser
que les ha hecho
buen tiempo,
y que no ha habido
heridos de importancia.

La condición urbana, 1995.

TAMBIÉN PUEDES LEERLO

Un poema como éste
puede servirte
–entre otras muchas cosas–
para probarte en la papiroflexia,
o anotar un teléfono
de urgencias,
o, en casos muy extremos,
limpiarte lo mayor.
Perra suerte, dirás. Y estoy
contigo en eso. La misma
que han corrido
a través de los años
los cuartetos de Eliot, por ejemplo,
o los famosos plagios de Fray Luis.

La condición urbana, 1995.

RITUAL SANGRIENTO

Dejo el periódico
sobre la barra.
Enciendo
un cigarrillo.
Tomo
el primer trago
de café.
Una calada,
y después
otra más fuerte.
Ya está.
Ya estoy en marcha
—me digo—,
ya puedo
hacerle frente
a esta locura.
Ahora,
a ver si hay suerte
y algo me llega
al corazón.

Serie B, 1998.

POÉTICA

Poner una palabra
detrás de otra
hasta llegar a la última.
Y cerrar con un
punto. Y que dentro
esté yo, o alguno
de vosotros,
o alguna. Haciendo
cualquier cosa
interesante.

Serie B, 1998.

POETA

«Mira,
ése de ahí,
es poeta»,
dice.
Y la amiga
mueve ligeramente
la cabeza,
y te mira un instante
(como miraba en el museo
aquellas cosas viejas),
y luego remueve un poco
su café,
y le contesta
que a ella Bécquer
le parecía guay.

Serie B, 1998.

LA FOTO DE RAYMOND CHANDLER

Levanto la vista y lo veo sobre la balda,
con su pipa y su sonrisa de borracho.
Para mí que se acaba de meter un lingotazo
entre pecho y espalda
y que le está subiendo ahora mismo.
En sus ojos ese brillo acerado
del que sabe que estás pasándolas putas
porque también se ha visto ahí.
Es decir, aquí, frente
a este maldito folio en blanco
al que no sé muy bien qué contar.
Las ideas son veneno, dijiste,
cuanto más razonas, menos creas.
Cuánta verdad, amigo Chandler, cuánta verdad.
A veces lo mejor es soltar lastre,
dejar toda tu impotencia en el papel.
¿Que te pone verde algún crítico?
El tiempo le pondrá amarillo a él.

Ola de frío, 2007.

COMO EN LA VIDA

Todo puede suceder
en un poema:

lo cotidiano, sí,
pero también lo deslumbrante,
e incluso
ambas cosas
a la vez

—como en este, ahora
que empiezas a desnudarte…

Otra ciudad, otra vida, 2011.

EL ARTE Y YO

Mis malas relaciones
con el arte
vienen de lejos,
se remontan
a aquella primera vez
que escribí algo parecido a una poesía
(así lo llamó mi madre).
Lo recuerdo, era como un insecto
clavado en el papel
pero todavía vivo,
luchando por sobrevivir.
Nada para recrear la vista.
Algo solo para sentir.

Haciendo planes, 2016.

A JORNADA COMPLETA

La poesía llama y tú le abres
y desde el primer momento
te pones a su servicio a jornada completa.

Tiene algo de tirana
y de ama de llaves estricta.

Algo también de amante en celo.

No acepta que nada ni nadie
se interponga entre vosotros,
si lo permites se va.

Cuando vuelva será otra,
y hasta es posible que te guste más.

Pero puede no volver.

El escenario, 2021.