Categoría: Literatura argentina

Mario Trejo

Desocupado, de Ricardo Carpani

La poesía de Mario Trejo (Argentina, 1926-2012) pretende ser concisa y clásica, en el sentido de decir con la menor cantidad de palabras posibles. Es poesía comprometida, pero no partidista.

ULTIMÁTUM A UN JOVEN POETA

Que el pan sea pan y mar el mar
Basta de conjeturas
Murciélagos lunares o roedores de orquídeas
Toda palabra tiene precio
Las palabras que atacan como rayos o víboras
Y también madre
Amigo
Y alcohol y cama y mesa
Y el hijo concebido a dulces empujones
Y los hongos que provocan destellos de amor
O resplandores de muerte
Y el poeta que cae bajo las balas
Como un sol que la noche acribilla

Que el pan sea pan y mar el mar
el agua eterna
Pero la sed eterna
Para poder decir al fin:
He hallado un pan junto al mar
Los buitres sobrevolaban mi amor
He mordido una orquídea

Los buitres disputaban un cuerpo querido
He guiado camiones y dormido en aserraderos
Los buitres devoraban a mi amada
Viajé de noche sobre la arena caliente
Invoqué los nombres secretos
Conjuré un maleficio
Contuve una catástrofe
Conduje un águila a su nido
He muerto con mis muertos y estoy vivo
Cuando llegué a la ciudad
Un loco vagaba por las calles
En su mirada había un cuchillo
Le di mi mano
Lo miré
Le hablé y mi voz duró entre los astros
Éramos sólo dos sobre la tierra
Pero éramos dos sobre la tierra

La soledad se hizo añicos
La poesía palabras

El uso de la palabra, 1979.


Alberto Girri

Concepto espacial, de Lucio Fontana

Alberto Girri (Argentina, 1919-1991) huyó del confesionalismo, adoptando algunos de los presupuestos estéticos de sus admirados T. S. Eliot y E. Pound: la supremacía del poema sobre el poeta y el ocultamiento del yo poético. Entendió la poesía como una forma de conocimiento de la realidad.

ARTE POÉTICA

Un elemento de controversia
que nos lleve a lo paradojal
tras cada línea, cada pausa;
la ambigüedad a expensas de la convención.

Una premisa constante, la duda,
indagando en la realidad,
buscándola fuera del contexto;
la materia a expensas del lenguaje.

Una síntesis intransferible y bella
con ánimos, bestias, escrituras,
profanados sub specie aeternitatis;
la imaginería a expensas de tormentos.

Una teología creadora de objetos
que se negarán a ser hostiles a Dios.

La penitencia y el mérito, 1957.


Álvaro Yunque

A la orilla del río, de Quinquela Martín Benito

El argentino Álvaro Yunque (1889-1982) es autor de versos de gran llaneza expresiva y acento popular. En su obra, condena la hipocresía y la mezquindad, y se indigna ante las injusticias que sufren los hombres y los pueblos.

POESIA DE LA CALLE

Poesía de la calle,
cosa de todos, sin dueño;
yo te aprisiono un segundo,
sólo un segundo en mi verso.

Poesía de la calle,
torna a la calle de nuevo;
de todos sé y de ninguno,
¡como una ramera, verso!

Versos de la calle, 1924.


Mirta Rosenberg

Autorretrato con nariz rota, de Marcia Schvartz

La poesía de Mirta Rosenberg (Argentina, 1951) gira en torno al problema de la enunciación del sujeto poético femenino. Formalmente, se caracteriza por una fuerte impronta conceptual y un cuidado sentido del ritmo.

MUJERES A LA PÁGINA

Fuimos a derivar como una isla sin continente
y el mar empieza a ser visible. Seremos mujeres
al borde del agua y allí nos miraremos bajo el sol
que enrojece a las mujeres que se miran en el agua
con la intención más bella de encontrarse
en el cielo, desdichas invisibles.

Aunque seamos tan feas como es posible,
una pintura que nadie quiso pintar,
un desacuerdo tónico de las notas,
una mala manera de decir que hay bellas
palabras que no llegarán y esperaremos,
un vaso donde el agua no ha querido
encontrar su forma, y la dejarás correr.

A la página, mujer.

¡Oh esos dos dulces átomos de hidrógeno,
la bomba de la guerra más el óbolo
de oxígeno! ¡Nos dice que el mundo
es mundo! ¡No se puede,
mujeres, escribir con agua!

¿No se puede escribir con agua?

Sin embargo, este cuerpo que no es
ejemplar de la escultura ni accidente todavía
de la pura geografía, se sienta aquí como un objeto
y ya su propia manera de imitarlo:
agua para el corazón que es agua para la cabeza.
Agua es tres cuartas partes de lo que pesa.

¿Se puede escribir con agua?

A la página, mujer.

Después de todo, el fin del arte es el placer,
del que bien podríamos abstenernos
como de una moda. Seamos esta vez
la sed y el placebo de la sed,
hablando como amigas que sumergen
las piernas en el agua, sabiendo que depende
de la luna y también que regidas por la luna,
cuando ella salga difícilmente
estaremos a su altura, enrojecidas por el sol,
ruborizadas por el propio calor,
como sardinas nadando en aguardiente.

Eso es el mundo, etc. Una metáfora imposible
como agua de la luna. Y también está una:
digamos eau-de-vie, aqua vitae, agua de vida.
Y agua regia, como la vía, agua de rito
que no siempre podemos trasegar
pero que hay que beber lo mismo para que el pozo
no se seque y haga arena ciega, agua sin sed.

¿Se puede escribir con ella?

A la página, mujer.

El arte de perder, 1998.


Víctor Redondo

Paisaje con figura, de Hugo de Marziani

Para el argentino Víctor Redondo (1953), el oficio literario consiste en encontrarle nuevos sentidos a la realidad, en luchar para enriquecer el lenguaje y así poder decir aquello que siente la gente, pero que no ha encontrado aún su expresión.

LA DESTRUCCIÓN DE LA REALIDAD

Como operación delicada que es, los poetas
comienzan a roer la realidad con tal delicadeza e inocencia
que nadie, juraría, creería que eso es lo que sucede.
Se desmontan los mecanismos del pensamiento.
La orfebrería mental
se desvanece.
La realidad se aleja del corazón. Desaparece el placer.

(Otra manera de verlo:
el mundo se aleja de los hombres
porque el mundo los sobrepasa en inteligencia,
veut dire: la Tierra piensa.)

Se destruye la tapa de lo razonable: el cerebro
estalla.
Entonces la vuelta de tuerca,
el golpe de efecto,
retroceso para la ironía:
se ha ido,
se ha ido,
repite la voz: se ha ido
un hombre viejo que al enfrentar su vejez
decidió arrancar de la muerte
un argumento: la revelación de un misterio:
ver
lo que no existe.

Circe, cuaderno de trabajo, 1979-1984.