Autor: editor

Pedro Mir

Merengue, de Jaime Colson

Pedro Mir (República Dominicana, 1913-2000) es un poeta de clara vocación popular. Bajo el magisterio de Whitman y Neruda, a los que rindió sentido homenaje, escribió sus mejores poemas, extensas composiciones, magníficamente orquestadas, en las que reflejó sus preocupaciones políticas.

VENDRÁN OTROS POETAS Y UNA JOVEN POESÍA…

Vendrán otros poetas y una joven poesía
jamás escrita o escuchada, completamente
insólita, íntegramente desencadenada
en maderas sonoras y piedras desconocidas,
en cristales inéditos y transparencias
únicas, de celulosa y derivados del petróleo,
construída por la nueva juventud y la nueva
ancianidad que mira hacia el futuro.
Desde ti, de tu madera de nave descubridora.
Vendrán otros poemas de amor y de alegría
de un ruego inesperado y esperanza absoluta
que tejerán las manos y serán muchas manos
que la alzarán al pueblo y serán muchos pueblos.
Y el idioma del mundo será esos poemas
que las doncellas bravas llevarán al mercado
para comprar con ellos metales inauditos
y goces increíbles y pájaros de fuego.

Huracán Neruda (fragmento), 1975.


Ricardo Palma

La tapada, de Mauricio Rugendas

Famoso sobre todo por sus narraciones legendarias tituladas Tradiciones peruanas, Ricardo Palma (1833-1919) fue también poeta. No llegó a considerarse más que un mediano versificador y se avergonzaba de los excesos románticos de sus libros juveniles. En sus libros de madurez, como Verbos y gerundios, usó del verso para exponer su pensamiento.

LA POESÍA

–¿Es arte del demonio o brujería
esto de escribir versos? –le decía,
no sé si a Calderón o Garcilaso
un mozo más sin jugo que el bagazo–.
Enséñeme, maestro, a hacer siquiera
una oda chapucera.
–Es preciso no estar en sus cabales
para que un hombre aspire a ser poeta;
pero, en fin, es sencilla la receta.
Forme usted líneas de medida iguales,
luego en fila las coloca juntas
poniendo consonantes en las puntas.
–¿Y en el medio? –¿En el medio? ¡Ese es el cuento!
Hay que poner talento.

Verbos y gerundios, 1870-1878.


Antonio Machado

Ensueño, de Joan Brull

La poesía del sevillano Antonio Machado (1875-1939), “poesía en el tiempo”, sobria y densa, pretende captar la esencia de las cosas, a la vez que su fluir temporal. Su obra se sitúa dentro del Modernismo intimista: a los versos sensoriales y sonoros, prefirió una poesía que expresara “una honda palpitación del espíritu”.

LEYENDO UN CLARO DÍA…

Leyendo un claro día
mis bien amados versos,
he visto en el profundo
espejo de mis sueños

que una verdad divina
temblando está de miedo,
y es una flor que quiere
echar su aroma al viento.

El alma del poeta
se orienta hacia el misterio.
Sólo el poeta puede
mirar lo que está lejos
dentro del alma, en turbio
y mago sol envuelto.

En esas galerías,
sin fondo, del recuerdo,
donde las pobres gentes
colgaron cual trofeo

el traje de una fiesta
apolillado y viejo,
allí el poeta sabe
el laborar eterno
mirar de las doradas
abejas de los sueños.

Poetas, con el alma
atenta al hondo cielo,
en la cruel batalla
o en el tranquilo huerto,

la nueva miel labramos
con los dolores viejos,
la veste blanca y pura
pacientemente hacemos,
y bajo el sol bruñimos
el fuerte arnés de hierro.

El alma que no sueña,
el enemigo espejo,
proyecta nuestra imagen
con un perfil grotesco.

Sentimos una ola
de sangre, en nuestro pecho,
que pasa… y sonreímos,
y a laborar volvemos.

Soledades, galerías y otros poemas, 1907. “Introducción” a Galerías.


Ernesto Cardenal

Dos bañistas en los rápidos, de Armando Morales

La poesía en Ernesto Cardenal (1925), político y sacerdote nicaragüense, próximo a la teología de la liberación, se vuelve ensayo en el sentido en que se usa para la difusión de ideas políticas, económicas y religiosas. Es una poesía comprometida con la realidad social latinoamericana, que hace uso de los recursos tradicionalmente considerados más propios de la prosa, como el lenguaje conversacional.

TE DOY, CLAUDIA, ESTOS VERSOS, PORQUE TÚ ERES SU DUEÑA…

Te doy, Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña.
Los he escrito sencillos para que tú los entiendas.
Son para ti solamente, pero si a ti no te interesan,
un día se divulgarán tal vez por toda Hispanoamérica…
Y si al amor que los dictó, tú también lo desprecias,
otras soñarán con este amor que no fue para ellas.
Y tal vez verás, Claudia, que estos poemas,
(escritos para conquistarte a ti) despiertan
en otras parejas enamoradas que los lean
los besos que en ti no despertó el poeta.

Epigramas, 1961.


Óscar Acosta

Tres figuras, de Luis Hernán Padilla

El poeta hondureño Óscar Acosta (1933-2014) pertenece a la generación del 50, caracterizada por el deseo de renovación del lenguaje y por la búsqueda de bellas metáforas. Su poesía es de orientación intimista.

LITERATURA INNECESARIA

Tú no apareces en los libros, no tienes
jerarquía en la tinta, no puedes,
subir al monte de la palabra escrita,
al risco de la literatura.

Tú no sabes lo que es un hemistiquio,
un verso de pie quebrado,
dónde vivió Góngora y Argote,
quién era el Arcipreste.

Tú no figuras en ninguna décima,
en el agua liviana de un romance,
o en el oro de las octavas reales.

Ante tu poderío de mujer amorosa,
ante la realidad me duele
lo innecesario de la literatura.

Tiempo europeo, 1960.