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Dionisio Ridruejo

Paseo bajo los árboles, de Eduardo Vicente

La poesía del soriano Dionisio Ridruejo (1912-1975), genuino representante de la generación del 36 y fundador de la revista Escorial, es testimonial e intimista, de corte clásico, y gira en torno al amor, la naturaleza, Dios y la patria.

¿CÓMO SERÁ EL POEMA DE MI ANGUSTIA…?

¿Cómo será el poema de mi angustia
sin un verbo posible que lo mueva?

¿Cuál será el grito por donde escaparme,
cuando, después de verte en tus medidas,
me encierro a devorarme con la sombra
de todo tu infinito,
temblando de ira contra mis sentidos
que al traerme mensajes del presente
me quitan el segundo que sólo a ti te debo?

¿Cuál será la palabra para decirle al mundo
cómo mi sangre pasa por tus venas?

Tengo la piel del cuerpo y la del alma
manchadas con las flores que te visten
y adivino unas sílabas no usadas
que pregonan tu nombre verdadero.

Pero no sé contaros cómo ardo.
¡Gritad, silencios! ¡Despertadme, gritos!

Primer libro de amor, 1935-39.


Luis Felipe Vivanco

Trigales nublados, de Ricardo Macarrón

El madrileño Luis Felipe Vivanco (1907-1975), componente de la generación del 36, se decantó por una poesía en torno a la familia, el amor humano, el sentimiento religioso y la naturaleza. Sus versos, armoniosos y claros, son de corte clásico.

ARTE POÉTICA

1

Lo digno es ser contado por Dios de otra manera.
(Como ese rostro apenas distinto de la tierra,
de los surcos que ara, o ese cuerpo –y sus pasos–
que se vuelve de espaldas a un tiempo repetido
para aprender la inédita lección de las distancias,
donde están las cortezas de los árboles:
sus dibujos menudos como sueños.)
Lo digno es un desvío, y un desprecio (desde este
sitio, desde estos viejos tejados y esta parra).
Mirar de otra manera –con mirada de uno–
más bien hacia otra parte,
fijarse en los rincones en donde crece el alma,
y aprender…
(Y ser libre porque sufro de veras
por cosas verdaderas, y porque tomo en serio
–¡muy en serio!– las cosas que hay que tomar en serio.)


Juan Gil-Albert

Paisaje con sombrilla roja, de Esteban Vicente

El tono intimista, la expresión culterana o surrealista, el trasfondo mítico, profundamente ligado al Mediterráneo, son elementos recurrentes en la poesía del alicantino Juan Gil-Albert (1904-1994).

EL ARTISTA

Sobre montones de cadáveres,
sobre espesuras de gritos que han quedado
hemos bruñido un torso resplandeciente
o espabilado la gracia lunar,
sobre las sombras de los seres resentidos y acres.

Sobre figuras que acapara el polvo,
sobre el humano río que se queja,
sobre la torva espalda del trabajo
la indiferencia de los pájaros que cantan
y la huida cobarde.

Así, porque los guantes ocultan un corazón helado,
porque las bellas palabras son fermentos reverdecidos,
porque la soledad es nuestro nido de gusanos,
se nos llama tulipán o rosa
sobre piras inmensas de hambre.

Candente horror, 1936.