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Ana Luísa Amaral

Para la escritora lisboeta Ana Luísa Amaral (1956-2022), la poesía puede ser «un hogar donde se piense y se sienta de una manera más reposada, y no con esta velocidad loca con la que vivimos»; es el espacio mismo de la posibilidad (es poetizable tanto una cebolla como un planeta), es el lugar de la belleza, de lo simbólico y «el antídoto de la barbarie y del odio».

NI TÁGIDES, NI MUSAS

Ni tágides ni musas:
solo una fuerza que me viene de dentro,
de un punto de locura, de pozo
que me asusta,
seduciendo

Una fuente de hilos de agua
finísima
(un rayo de luna de más
la secaría)

Ni río ni lira
ni femenino grupo transbordando:
solo lo que heredé en fuerza no heredada,
en fuente donde la luz de luna
no está

Cosas de partir, 1993. Traducción de Pedro Serra.


Marta Sanz

La poesía de Marta Sanz (Madrid, 1967) aborda, con un lenguaje áspero, lleno de imágenes plásticas, muchas veces feístas, la reflexión sobre temas como la propia identidad, el deseo carnal, la perversión, los mitos culturales, la memoria y la escritura. Es una poesía combativa e irreverente, llena de sugerencias.

NO QUIERO LA PALABRA PRECISA…

No quiero la palabra precisa.
Es pobre y es pequeña.
Quiero una palabra
llena de flecos.

Una lámpara con chupones morados.
Una excrecencia.
Gota que rezuma del canalón.
La estalactita rota.
El polvo de trabajar los brillantes.
Un hielo deshecho.
Y deshaciéndose.
La saliva que le escapa, por la comisura,
a la bella que duerme en el bosque.
La ganga del mineral.
El hilo que sobra detrás del cañamazo.

No quiero la palabra precisa,
sino una llena de flecos,
una lámpara y vuelta a empezar,
un laberinto,
la flor,
una palabra
que ni yo misma entienda
y solo pueda poseer
cuando los otros,
los de buena voluntad,
me la traduzcan.

Perra mentirosa, 2010.


Circe Maia

Para Circe Maia (Uruguay, 1932), la función del lenguaje poético es descubrir y descubrirse. El lenguaje sobrio, el tono conversacional y la intensidad caracterizan sus composiciones. Su poema «Por detrás de mi voz» expresa su voluntad de ser voz de los desaparecidos forzosos de la dictadura.

JUNTO A MÍ

Trabajo en lo visible y en lo cercano
—y no lo creas fácil—.
No quisiera ir más lejos. Todo esto
que palpo y veo
junto a mí, hora a hora
es rebelde y resiste.

Para su vivo peso
demasiado livianas se me hacen las palabras.

Presencia diaria, 1964.


Clementina Arderiu

La obra de Clementina Arderiu (Barcelona, 1889-1976) se inscribe dentro del movimiento postsimbolista. En sus poemas, muchos de ellos bajo la forma de canción, recrea su experiencia personal de mujer en un tono elegíaco, que la llevó a idealizar los motivos de la vida cotidiana.

MI CANTO

Por no cantar
me entristecía:
que para mí, el cantar
es como el pan
de cada día.

Es una trampa,
y es una herida.
Cada canción
un tallo arranca
de mi plenitud florida.

¿Qué ha de importar,
qué mal habría?
Con mi cantar
quiero engalanar
mi vida.

Canto y palabras, 1936. Traducción de José Corredor Matheos.


Esther Lucila Vázquez

Esther Lucila Vázquez (Cuba, 1860-1906) destaca por la perfección de sus sonetos, clásicos en su forma, modernistas en el tratamiento de algunos temas como el ansia de inmortalidad y el ideal de belleza, de la que son símbolos las rosas, las perlas o el ocaso.

A LA POESÍA

¡Oh, celeste raudal de melodía
Que jamás enmudeces ni te agotas;
En ti palpitan las sublimes notas
Que arranca de su plectro la Armonía!

Si de ti me aparté, si en triste día
Miré las cuerdas de mi lira rotas,
Hoy con fuerza mayor en mi alma brotas
E invocarte de nuevo me extasía.

Esta corona de perfume agreste,
¡Oh, Deidad!, que en tus aras deposito
¡Pueda tocar la fimbria de tu veste!

Y al elevar a ti mi pensamiento,
De la edad en el piélago infinito,
¡Blanca estela de luz deje mi acento!