Categoría: VII) Posguerra

Victoriano Crémer

Casa de Campo de Madrid, 1950, fotografía de Nicolás Müller

El burgalés Victoriano Crémer (1906-2009) fue uno de los fundadores de la revista Espadaña, medio de expresión de la poesía desarraigada de la inmediata posguerra. Sus versos sirven de expresión a inquietudes existenciales y sociales.

DESCUBRIMIENTO DE LA ROSA

¿Cómo no amar la rosa? Pero falta
descubrirla entre tanta incertidumbre,
entre tanta apariencia. ¿Quién no ama
la música si acierta a despojarse
del grito, rebotado por la sangre…?

Conozco su existencia, la sostengo
inevitablemente, como el peso
tranquilo de la luz, belleza ausente
pero cierta, que al hombre corresponde
si busca su caricia en la esperanza.

Esperamos, con hierros, más feroces
que los hambrientos tigres, y tan densos
como dormidas aguas de pantano.
Esperamos: vivimos esperando
el reino de la tierra libertada.

De la tierra evidente, sudorosa
en su preñez de muertos y metales;
fecunda y triste tierra inacabable,
que el hombre enreja, hasta cavar en ella
una profunda cárcel sin estrellas.

Encerrados vivimos. La costumbre
levanta muros, aprisiona cielos,
esparce sones, crucifica rosas,
limita los caminos y reduce
el verbo a pensamiento atormentado.

¡Pensar! ¡Oh triste sino de lo humano!
La altiva fuente de energía se hace
pozo seco de horror, sima del odio;
Porque sin viento, la agresiva nave
se pudre, quieta, sobre el mar inmenso.

Mar de sargazo, omnipotente calma
que en prisiones azules nos retiene,
en tanto el alto cielo transparece
y una paloma bíblica, en el pico
transporta del olivo su mensaje.

¿Cómo no amar la rosa…? Pero falta
descubrirla entre tanta incertidumbre.

Tiempo de soledad, 1962.


Ángel Crespo

Sumida en el sueño, de Félix Revello del Toro

La poesía primera de Ángel Crespo (1926-1995) muestra una decidida voluntad de renovación que lo aproxima al postismo. Luego, evoluciona hacia una poesía de raigambre simbolista, que enfrenta las limitaciones del lenguaje para expresar una realidad que trasciende lo inmediato. 

ASÍ YO NO QUERRÍA

Como se cortan
las rosas, y se ponen
a morir en el claro
cristal; y dos da el sol,
da tras vueltas al mundo
–así yo no querría
saber de las palabras
que llevo hasta el cristal
del poema, pensando
que luego nos podremos
mirar en él. Y en ellas.

El bosque transparente, 1971-1981.


Ricardo Defarges

Atmósfera, de José Navarro Vives

La poesía de Ricardo Defarges (Barcelona, 1933) evoluciona desde el verso escueto, austero y sencillo de su juventud hacia formas de mayor densidad de pensamiento, no exentas de cierto culturalismo.

UN ARTE POÉTICA

Hasta la luz entra más débil
por el cristal de tu conciencia;
hasta los cuerpos queman menos
cuando recientes en la tierra.
Las cosas se afirman y viven
dentro de ti, con menos fuerza.

Aún quisieras tú decir algo
que se diga por vez primera.
Aún te propones ese diálogo
en que el otro nunca está cerca.
¿Es ansiedad por dar la vida,
o un intento de merecerla
bajo la forma del amor?
Sin objeto tu sentir piensas.
Como el frío viento de marzo,
marchas en tu misión a ciegas.

Habla, pues, y cuéntale al hombre
esa aventura, para él vieja,
de irse apagando sin remedio.
Quieres que ello sin estridencia
se cumpla en ti. Y en algún modo,
es una aspiración ya cierta:
por muy alta que se pronuncie,
siempre el hombre es sordo a la queja.
Mas no hagas voz de tu silencio;
encuentra una palabra densa,
bien que repetida y oscura
como la de un hombre cualquiera.
No hay tragedia en la vida humana,
hay sólo una valiente anécdota.

Y del mundo, tenaz y vasto,
aunque en tu interior pierda fuerza,
recoge, como un fiel resumen,
y como luz de hoy en tu senda,
la de las gotas de la lluvia
que fugazmente se atraviesan
en el aire, caricia oscura
que tu piel absorbe muy lenta.

Antología poética, 1960-2004.


Teresa Gracia

Dánea, de Juan Navarro Baldeweg

La poesía de Teresa Gracia (Barcelona, 1932-2001) refleja la amarga vivencia del exilio, el paso del tiempo y el anhelo de conquistar en el verso regular, encadenado al metro y la rima, la insobornable libertad interior del artista.

NACE EL POETA CON LA MANO HERIDA…

Nace el poeta con la mano herida
porque a ras de la palma le han cortado
el cordón en los dedos enredado
con que a su madre musa estuvo unida.

Pero se mueve en el papel caída
dejando siempre por el mismo lado
en filial obediencia a un dictado
la señal de que va perdiendo vida.

Sólo un brazo en el cuerpo la protege
y se la lleva al alma, cuna y tumba
donde entrará también cuando sucumba

el puño que en los versos entreteje
golpes contra el barrote de la pluma
que a la pena mayor, la cárcel suma.

Cuarenta y tantos sonetos al soneto, 1998.


Alberto García Ulecia

La sevillana, de Fernando Zóbel

La poesía del sevillano Alberto García Ulecia (1932-2003) se caracteriza por la claridad formal, la visión subjetiva del paisaje y la reflexión ética. Su poesía recibe influencias del romanticismo alemán y de la tradición poética popular andaluza.

OFICIO DE POETA

Incierto es el destino de la obra de arte.
¿Quién lo ignora? Si insistes, tratando de fijar
la sed y la hermosura que te depara el mundo,
no es por creer tu voz señera o tu experiencia.
Entonamos la misma canción en solitario,
mientras se nos marchita la misma triste rosa.

Fervor de la memoria , 1992.