Sin título, de Joan Ponç

El poeta aragonés Miguel Labordeta (1921-1969) es uno de los principales valedores del surrealismo durante la posguerra. Su poesía es anticonvencional y desgarrada.

ESCRIBO PARA NO MORIRME DE PENA

Escribo para no morirme de pena
para no ahogarme en esta sed de asesinar
que cubre las horribles tardes onanistas
de los afanosos alojos de los cines.
Daría mi sed y mi apellido
por un beso tan solo…
pero sólo hay saliva bajo el ardiente
pluscuamperfecto de lo humano.
Me daría por un dios dulce
que me hiciera agonizar en la luz
pero el jinete negro de mis sueños
me invita a la feroz destrucción
de la forma sangrienta de los sepulcros.
Por no entregarme a él, tan verdadero… escribo, hablo,
me devoro en mi propia locura de ser hombre.

De la época de Viento idílico y Transeúnte central, 1949-50.

POETA

¡Cuánto soñar en vano
farsas de soledad inédita…!
¡Cuánta tarde llamada de tristeza
abrasa el fondo de los ojos erectos
donde se yerguen perpetuamente
las infancias asesinadas,
de tanta primavera lejana.
¡Qué sed
mi dios!

¡Qué sed de veraz compañía!

De la época de Viento idílico y Transeúnte central, 1949-50.

LA VOZ DEL POETA

En lo alto del Faro,
viendo ir y venir
a las pobres gentes en sus navegaciones de un día.
En lo alto del Faro,
contemplando el abismo de las criaturas y el vértigo de los astros.
En lo alto del Faro,
escuchando llegar a los rostros futuros
y oyendo en lo hondo de las aguas las voces de los muertos.
En lo alto del Faro,
amando,
sabiendo que el amor es un fracaso,
y cantando,
sabiendo que su canto no ha de ser comprendido.
Vestirse, alimentarse,
ganarse el pan de cada día,
discutir de las cosas banales,
endomingarse como cada cual
y hacer el amor a una dulce estudiante,
como cualquier empleado de Banca.

Y sin embargo,
velar largamente en duelo,
oír en los silencios el ritmo pavoroso de los tiempos,
acariciar la marea de las edades inmensas,
rompiéndose en quejidos y maravillosas melodías
contra el humilde corazón infortunado
en lo alto del Faro.
En lo alto del Faro,
mientras todos se emborrachan en los festines,
o corroen su envidia en las duras jornadas de trabajo,
o acaso buscan sus puñales secretos
para degollar al niño desconsolado que ellos fueron,
la mirada rauda de visiones
persigue el rumbo, en intemperie desconsolada y altiva
de los navíos futuros.
Y preguntar a la sangre el porqué del olvido
e indagar las primaveras que nacen del sollozo terrestre
y la melancolía que hila el atardecer solitario de los cielos.
Acariciándolo todo, destruyéndolo todo,
hundiendo su cabeza de espada en el pasmo del Ser
sabiendo de antemano que nada es la respuesta.
En lo alto del Faro.
La voz del poeta..
Incansable holocausto.

Punto y aparte, 1967.

ESCUCHA JOVEN POETA INADVERTIDO…

Escucha joven poeta inadvertido
escribe para todos
es decir para nadie

no lo olvides
del pueblo vienes
y el pueblo es tu raíz

en consecuencia
no hagas caso del pueblo

vuelve sagrado cuanto toques
natural
cuanto toques sagrado
vuélvelo natural

es decir
haz lo que te dé la gana
quema estas advertencias por favor

es mi consejo póstumo.

Autopía, 1972.