El primer libro de poemas del toledano Rafael Morales (1919-2005), Poemas del toro (1943), se inscribe dentro de la tendencia garcilasista de la inmediata posguerra, que abandonará pronto. Sus siguientes creaciones reflejan con un tono de angustia existencial el sufrimiento de los desposeídos.
EL POEMA
He aquí que voy escribiendo
huellas de un caminante
hacia el olvido,
palabras que se quedan
yertas sobre el papel.
Sólo un silencio azul
tras el leve rumor de la escritura,
aventura florida,
muerta al tocar la luz.
Voy dejando mi vida
sobre el breve refugio
del papel sorprendido,
sola en la soledad
de los renglones,
muerta en un mapa
de heladas cicatrices.
Lector,
hermano mío,
necesito tus ojos
y tu voz
y su sangre
para vivir de nuevo
tras la pequeña muerte
que habita en mi poema.
Entre tantos adioses, 1993.
CREACIÓN
De pronto,
las palabras
con que el poeta habla
a sus amigos
o las que todos dicen
en calles y oficinas
vibran de otra manera,
abren corolas,
alas,
esparcen sus jardines,
sus guitarras,
duelen,
cantan,
brillan como el torrente
o el relámpago,
precipitan su gracia
al papel expectante
y uno sabe de pronto
que aquello es un poema.
La palabra (poemas inéditos), en Obra poética completa, 1943-1999.
PALABRA DEL POEMA
Palabra del poema,
¿de qué región
de temblorosas alas,
de qué ramaje
con pájaros ocultos,
de qué patria sonora
llega tu voz
de pétalos silábicos?
¿De qué altas
materias musicales
arrancas tus relámpagos
de oro?
¿En dónde arrebataste
la fosfórica estela
que dejas en los versos,
la fúlgida guitarra
en donde vibra el mundo?
Oh palabra desnuda,
evadida del trino,
precisa
y clara
y pura,
limpia como una estrella
en la hermosura
exacta del poema.
La palabra (poemas inéditos), en Obra poética completa, 1943-1999.