Cuento de ciegos, de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao

El orensano Celso Emilio Ferreiro (1914-1979) es el autor de uno de los más importantes poemarios en gallego de la posguerra: Longa noite de pedra (1962). En él, con un lenguaje desgarrado, directo, sarcástico a veces, se ocupa de los problemas de las gentes humildes de Galicia.

LA POESÍA ES VERDAD

Uno busca la verdad
por todos los caminos, bajo las piedras,
en las raíces oscuras de las miradas,
más allá de las espumas y de los crepúsculos.

Busco la verdad en ti, recia poesía
de los hombres que trabajan,
tacto real de las cosas
que están y son, aunque nadie las vea.
Hombre total,
que vas y vienes sin sombra por las calles
y tienes tu verdad en las cimas
del mundo, en lo profundo de la historia,
en la experiencia de un día cualquiera,
y no ves los pájaros ni las nubes
ni las remotas manos del viento suave
que acarician al mundo desde siempre.
Investiga la verdad de tu tiempo
y encontrarás tu poesía.

Larga noche de piedra, 1962. Traducción de Basilio Losada.

A POESÍA É VERDADE

Un procura a verdade
por tódolos camiños, baixo as pedras,
nas raigames escuras das olladas,
máis alá das escumas i os solpores.

Busco a verdade en tí, rexa poesía
dos homes que labouran,
tacto real das cousas
que están e son, anque ninguén as vexa.
Home total,
que vas e vés sin sombra polas rúas
e tes a túa verdade nos curutos
do mundo, no profundo da historia,
na esperiencia de un día calisquera,
e non ves os paxaros nin as nubes
nin as lonxíncoas maus do vento dondo
que acariñan o mundo dende sempre.
Investiga a verdade do teu tempo
i alcontrarás a túa poesía.

Longa noite de pedra, 1962.

ECHADO FRENTE AL MAR…

Lengua proletaria de mi pueblo
la hablo porque sí, porque me gusta,
porque se me antoja, quiero y me da la gana;
porque me sale de dentro, allá del fondo
de una tristeza ácida que me inunda
al ver tantos necios descastados,
pequeños mequetrefes sin raíces
que al poner la corbata ya no saben
afirmarse en el amor de los antepasados,
hablar la lengua madre,
la lengua de los abuelos que están muertos,
y ser, con el rostro erguido,
marineros, labriegos del lenguaje,
remo y arado, proa y reja siempre.

La hablo porque sí, porque me gusta
y quiero estar con los míos, con mi gente,
cerca de los hombres buenos que sufren largamente
una historia contada en otra lengua.

No hablo para los soberbios,
no hablo para los ruines y poderosos,
no hablo para los vanidosos,
no hablo para los estúpidos,
no hablo para los vacíos,
que hablo para los que soportan reciamente
mentiras e injusticias sin cesar;
para los que sudan y lloran
un llanto cotidiano de mariposas,
de fuego y viento sobre los ojos desnudos.
No puedo apartar mis palabras
de todos los que sufren en este mundo.
Y tú vives en el mundo, tierra mía,
cuna de mi estirpe,
Galicia, dulce pena de las Españas,
tendido junto al mar, ese camino…

Larga noche de piedra, 1962. Traducción de Basilio Losada.

DEITADO FRENTE AO MAR

Lingoa proletaria do meu pobo,
eu fáloa porque si, porque me gosta,
porque me peta e quero e dame a gaña,
porque me sai de dentro, alá do fondo
dunha tristura aceda que me abrangue
ao ver tantos patufos desleigados,
pequenos mequetrefes sin raíces
que ao pór a garabata xa non saben
afirmarse no amor dos devanceiros.
Falar a fala nai,
a fala dos abós que temos mortos,
e ser, co rostro erguido,
mariñeiros, labregos do lingoaxe,
remo i arado, proa e rella sempre.

Eu fáloa porque si, porque me gosta
e quero estar cos meus, coa xente miña,
perto dos homes bós que sofren longo
unha historia contada noutra lingoa.

Non falo pra os soberbios,
non falo pra os ruís e poderosos,
non falo pra os finchados,
non falo pra os estúpidos,
non falo pra os valeiros,
que falo pra os que agoantan rexamente
mentiras e inxusticias de cotío;
pra os que súan e choran
un pranto cotidián de volvoretas,
de lume e vento sobre os ollos núos.
Eu non quero arredar as miñas verbas
de tódolos que sofren neste mundo.
E ti vives no mundo, terra miña,
berce da miña estirpe,
Galicia, dóce mágoa das Españas,
deitada rente ao mar, ise camiño…

Longa noite de pedra, 1962.