La Vuelta de Rocha, de Víctor Cunsolo

Los poemas de Evaristo Carriego (1883-1912) nos muestran una versión poética de las orillas del norte de Buenos Aires. Es el primer espectador de los barrios pobres en la poesía argentina. Su estilo debe mucho al modernismo, pero se aparta de él en su intento de expresar con realismo el ambiente de los suburbios.

SI DE ESTAS CUERDAS MÍAS, DE TONOS MÁS QUE RUDOS…

Si de estas cuerdas mías, de tonos más que rudos,
te resultasen ásperos sus rendidos saludos,
y quieres blandos ritmos de credos idealistas,
aguarda delicados poetas modernistas
que alabarán en oro tus posibles desdenes,
coronando de antorchas tus olímpicas sienes,
devotos de la blanca lis de tu aristocracia,
con que ilustro los rojos claveles de mi audacia,
o espera, seductora, decadentes orfebres
que graben tus blasones en sus creadoras fiebres:
yo, trabajo el acero de temples soberanos:
los sonantes cristales se rompen en mis manos.

De «Envíos» en Misas herejes, 1908.