Muchacha melancólica, de Francesco Hayez

La poesía de Giacomo Leopardi (1798-1837), figura mayor del romanticismo italiano, se caracteriza por un profundo pesimismo, unido a una exquisita sensibilidad y a una notable perfección formal.

PASATIEMPO

Cuando muchacho vine
a entrar en disciplina con las Musas,
una de ellas cogiome de la mano
y durante aquel día
en torno me condujo
para ver su oficina.
Me mostró uno por uno
los útiles del arte,
y el distinto servicio
a que cada uno de ellos
se emplea en el trabajo
de la prosa y el verso.
Yo los miraba, y dije:
«Musa, ¿y la lima?» Y contestó la diosa:
«La lima se gastó; ya no la usamos.»
Y yo: «Mas rehacerla
es preciso, ya que es tan necesaria.»
Y contestó: «Así es, mas falta tiempo.»

Cantos, 1835. Traducción de Diego Navarro.

SCHERZO

Quando fanciullo io venni
A pormi con le Muse in disciplina,
L’una di quelle mi pigliò per mano;
E poi tutto quel giorno
La mi condusse intorno
A veder l’officina.
Mostrommi a parte a parte
Gli strumenti dell’arte,
E i servigi diversi
A che ciascun di loro
S’adopra nel lavoro
Delle prose e de’ versi.
Io mirava, e chiedea:
Musa, la lima ov’è? Disse la Dea:
La lima è consumata; or facciam senza.
Ed io, ma di rifarla
Non vi cal, soggiungea, quand’ella è stanca?
Rispose: hassi a rifar, ma il tempo manca.

Canti, 1835.