Mujer desconocida, de Alonso Sánchez Coello

Gutierre de Cetina (h. 1514-h. 1554), poeta del Renacimiento español, escribió bajo la influencia de Ausías March, Petrarca y otros escritores italianos. El tema de la mirada y la belleza de los ojos le procuró algunas de sus composiciones más famosas.

ALMA DEL ALMA MÍA, ARDOR MÁS VIVO…

Alma del alma mía, ardor más vivo,
extremo de beldad única y rara,
ejemplo de valor por quien tan cara
la vida me es, de que antes era esquivo.

Fuera el decir cómo el concepto altivo
¡oh mi musa cruel!, menos avara
viérades, si en el mundo se os mostrara
cuanto de vos dentro del alma escribo.

Mas, ¿qué puedo hacer si amor me inspira?:
cantar vuestro valor alto y divino
al son desta vulgar, rústica lira.

No saber más mis versos de un camino:
esto me dicta aquél que a amar me tira,
por pensada elección, no por destino.

EN UN OLMO VANDALIO ESCRIBIÓ UN DÍA…

En un olmo Vandalio escribió un día,
do la corteza estaba menos dura,
el nombre y la ocasión de su tristura;
después, mirando al cielo, así decía:

«Tanto crezcas, ¡oh bella planta mía!,
que al más alto ciprés venzas de altura,
y tanta sea mayor tu hermosura
cuanta aquella de Dórida sería.

Crezcan a par del olmo en su grandeza
las letras del amado y dulce nombre,
y en él hagan perpetua su memoria,

porque los que vendrán sepan que un hombre
levantó el pensamiento a tanta alteza
que es digno al menos de inmortal renombre.»

MIENTRAS EN MÍ LA ESPERANZA FLORESCÍA…

Mientras en mí la esperanza florescía
alegre el corazón vivió cantando,
mas hora que el temor la va secando
paso el tiempo en llorar la pena mía.

Entonces de un pensar dulce vivía,
hora en pensar y en más pesar pensando,
en amargo dolor va transformando
cuanto antes dentro en él de dulce había.

Ha tomado del alma mía gobierno
un triste recelar, que con espanto
amenaza hacer mi mal eterno.

Por lo cual, si tal vez en dulce canto
me pruebo, sale del dolor interno
interrota la voz y envuelta en llanto.