Cristo de la Buena Muerte, de Félix Rebello de Toro

La poesía del cacereño Alfonso Albalá (1924-1973) está presidida por el amor a la tierra y el sentimiento religioso. Formalmente, destaca por la armonía de su lenguaje y la maestría de sus sonetos.

ESTE VERSO QUE HUELLA MI GARGANTA…

Este verso que huella mi garganta,
esta voz que no es voz, esta voz muda,
larva de voz que mi garganta anuda,
¿por qué me hace llorar? ¿por qué no canta?

¿Por qué en mi corazón hoy no levanta
este verso su antena, y se denuda
de forma, y llena el pecho, y hace ruda
esta voz que a su paso se adelanta?

Este verso sin voz, ni prisionero,
como brisa sin viento en la alameda,
verso del corazón, su carcelero,

punzante aguja de dolor, vereda
que lleva hacia el Señor, desde mi otero,
¿por qué se apaga y a mis voces veda?

Sonetos de la sed y otros poemas, 1979 (póstumo).