La poesía de Hjalmar Flax (Puerto Rico, 1942), sobria, irónica, muchas veces irreverente, reflexiona sobre las trampas de la memoria, el erotismo y la creación poética.
POIESIS
Escribe el escritor y al escribir
desde la más profunda soledad
donde se empoza impuro el sedimento
del sueño y la vigilia que es su vida,
a ese rincón de olvidos, a ese sótano
secreto acude, escarba, yace, busca
consigo estar callado en su desorden,
entre sus trastos como un trasto más.
Entonces, quizá entonces, sólo a veces,
alguna oblicua luz que no le llega
de sol ni de bombilla, le relumbra
el papel sobre el cual junta sonidos,
cadencias de palabras, que no caen
desde el distante mundo sino desde
su propia sangre viva hasta su mano,
menguada ya la fuerza originaria,
dejando trazos que parecen versos.
Cuestión de oficio, 1998.
DEFINITIVA
(Es perro, mamá.)
La poesía
no es «emoción», ni «sensación», ni mucho menos «la naturaleza»,
aunque provoque emociones, invoque sensaciones y evoque la naturaleza.
La poesía
se hace con palabras.
Si no tiene palabras no es poesía.
La poesía
comienza en la palabra
y, después de un proceso misterioso, termina en la palabra.
La poesía.
Cuestión de oficio, 1998.