Busto de Antínoo, en el Louvre

Estratón de Sardes (siglo II d. C.) cultivó el epigrama homoerótico, bajo la advocación de Zeus, raptor de Ganímedes. Defendió la modernidad de sus epigramas, frente al carácter anticuado de la poesía heroica y grave.

COMENCEMOS POR ZEUS…

Comencemos por Zeus, como dijo Arato.
Y a vosotras, Musas, hoy no quiero molestaros.
Pues si me gustan los muchachos y con muchachos trato,
¿qué importa esto a las Musas Heliconiadas?

Epigramas. Traducción de Manuel González Rincón.

NO BUSQUES EN MIS ESCRITOS…

No busques en mis escritos a Príamo junto a los altares,
ni los pesares de Medea ni de Níobe,
ni a Itis en su tálamo ni ruiseñores entre las hojas,
porque de todas estas cosas escribieron los antiguos ampliamente;
sino al dulce Amor mezclado con las alegres Gracias
y a Bromio. No eran propias de ellos las gravedades.

Epigramas. Traducción de Manuel González Rincón.

AFORTUNADO LIBRITO, NO TE ENVIDIO…

Afortunado librito, no te envidio; en verdad, mientras te lee,
un muchacho te aprieta apoyándote contra su mentón,
o te estrechará contra tus tiernos labios o te enrollará
entre sus húmedos muslos, ¡oh, el más bienaventurado!
A menudo irás con él bajo su pecho o dejado en los asientos
osarás tocar sus íntimas partes sin miedo.
Mucho charlarás con él a solas; pero, en mi provecho,
librito, háblale una y otra vez, te lo ruego.

Epigramas. Traducción de Manuel González Rincón.