La poesía primera de Ángel Crespo (1926-1995) muestra una decidida voluntad de renovación que lo aproxima al postismo. Luego, evoluciona hacia una poesía de raigambre simbolista, que enfrenta las limitaciones del lenguaje para expresar una realidad que trasciende lo inmediato.
ASÍ YO NO QUERRÍA
Como se cortan
las rosas, y se ponen
a morir en el claro
cristal; y dos da el sol,
da tras vueltas al mundo
–así yo no querría
saber de las palabras
que llevo hasta el cristal
del poema, pensando
que luego nos podremos
mirar en él. Y en ellas.
El bosque transparente, 1971-1981.
ARTE POÉTICA
Violentar a las palabras
–a las propias y a las ajenas–
como se violenta al barro para darle
forma de jarra, como se destruye
el árbol para hacer que dome
aguas lejanas y salobres, como
se violenta el rubio trigo
a favor de la hogaza, como se hace
violencia a la jara, seca o verde,
para que nos ciegue la llama.
El ave en su aire, 1985.
UNA PRESENCIA ÚNICA
La quietud de esta noche
es un callado movimiento,
pues gira en ella, y la ilumina,
no un universo, sino un verso solo.
Todo pierde los nombres
que no eran suyos, todo asciende
a ritmo puro y armonía,
y se hace una luz sola.
Una presencia única
anula todas las distancias
–y no hay cielo estrellado
fuera del verso que me canta.
El ave en su aire, 1985.
VIDA DEL POEMA
Lo que voy escribiendo voy quemando
con mis propias palabras, pues son fuego
que se alimenta de su misma llama
hecha madera que su ardor extingue
para incendiar un nuevo sequedal.
Leña en el fuego: leña que consume
a la llama y la brasa.
El ave en su aire, 1985.