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Julia de Burgos

La poesía de Julia de Burgos (Puerto Rico, 1914-1953) explora, en su vertiente más política, asuntos como el pasado colonial de Puerto Rico, el legado de la esclavitud y el imperialismo estadounidense. En el resto de su producción predomina el reconocimiento del valor de la inspiración poética, la defensa del pensamiento femenino y la deconstrucción de paradigmas paternalistas.

CANCIÓN AMARGA

Nada turba mi ser, pero estoy triste.
Algo lento de sombra me golpea,
aunque casi detrás de esta agonía,
he tenido en mi mano las estrellas.

Debe ser la caricia de lo inútil,
la tristeza sin fin de ser poeta,
de cantar y cantar, sin que se rompa
la tragedia sin par de la existencia.

Ser y no querer ser… esa es la divisa,
la batalla que agota toda espera,
encontrarse, ya el alma moribunda,
que en el mísero cuerpo aún quedan fuerzas.

¡Perdóname, oh amor, si no te nombro!
Fuera de tu canción soy ala seca.
La muerte y yo dormimos juntamente…
Cantarte a ti, tan solo, me despierta.

El mar y tú, 1954, póstumo.


Susana March

Aunque se muestra permeable a las distintas tendencias poéticas que se suceden durante la posguerra, predomina en la poesía de Susana March (Barcelona, 1915-1990) una línea intimista de introspección de tono existencialista. Sus versos evidencian cierta predilección por los símbolos de estirpe romántica y por formas métricas tradicionales.

INQUIETUDES

Versos, sueños, poesía…
¿Para qué? Nada me han dado,
e igualmente me han dejado
con mi atroz melancolía.

He soñado. El alma mía
dulcemente ha caminado
por un país encantado
lleno de luz y armonía.

Y me encuentro ahora que estoy
sin saber a donde voy…
¡Entre dos mundos perdida!

Ignorando si en mi suerte
me espera al llegar la Muerte
o voy en pos de la Vida.

Rutas, 1938.


Moraima Guanipa

Para Moraima Guanipa (Venezuela, 1961) “escribir poesía es una forma de estar en el mundo”. Su obra poética gira en torno a la memoria, propia y ajena, la palabra como vivencia transmutada, y la ciudad y su latido cotidiano.

HECHOS DE POESÍA

Los poetas son seres frágiles.
Pueden desvanecerse de amor
o de demasiada vida.

Cuentan que un poeta murió
con solo pincharse el dedo
con la espina de una rosa.
Dicen que otro encontró
con una bala
el lugar exacto del corazón.
Hubo alguno que, insomne,
no atinó el tiro al blanco
al despedir su vida de cuarenta años.

Las poetas buscan medios más naturales
o domésticos.
Un frío lago recibió
la desesperación de una mujer
con piedras en los bolsillos.
Otra fue alga marina
y el mar la nombra en cada ola.
Otra respiró la muerte
invisible, incolora, del gas.

La muerte,
la desprestigiada muerte,
recibe con miedo esta fragilidad.
Teme este decir infinito
en el que una palabra, una sola palabra
llena de ecos al mundo.

Bogares, 1998.


Esperanza Ortega

La poesía de Esperanza Ortega (Palencia, 1953) se construye de espaldas a tendencias y escuelas, sin más guías que la intuición y el respeto al ritmo interior del poema. Sus versos invitan al lector a descubrir la belleza en lo pequeño y lo insólito en lo cotidiano.

ELLAS SÍ QUE TE ESPERAN…

Ellas sí que te esperan
ellas sí que regresan si las dejas volar

con tensa mansedumbre
van diciendo sus nombres

Cobijo
Lentitud
Vaivén
Entrega

Sometida Indeleble Guiadora

los pronuncian con miedo
—alguien ha maltratado
su humilde voz desnuda—

por eso les perdonas que callen tantas veces
que ninguna te diga cómo entraron en ti
por qué hueco insondable se abrió tu corazón

cómo burlan tu asedio
las cautivas
cuando husmeas a oscuras en sus nidos

Hilo solo, 1995.


Aurora Bernárdez

El libro de Aurora (2017) da a conocer, tardíamente, la poesía y los relatos de la argentina Aurora Bernárdez (1920-2014), una figura de capital importancia para la cultura hispánica, tanto por la excelencia de sus traducciones, como por su labor como albacea literaria del que fue su marido, Julio Cortázar. Sus versos reflexionan sobre su gran pasión, la literatura, y sobre las grandes incertidumbres de la vida.

LA TAREA DE ESCRIBIR

Llenarás las palabras de ti mismo,
llenarás las palabras de palabras,
llenarás con las cosas las palabras:
quedan siempre vacías.

Vaciarás las palabras de ti mismo,
vaciarás las palabras de palabras,
vaciarás de las cosas las palabras:
queda siempre el vacío.

¿Dónde estarás tú mismo,
dónde las cosas, dónde las palabras?

«La tarea de escribir y otros poemas», en El libro de Aurora, 2017.