La poesía de Basilio Sánchez (Cáceres, 1958), austera y serena, contemplativa y lúcida, busca una aproximación a la esencia de las cosas. Echa raíces en la tradición simbolista, en su deseo de desentrañar lo secreto y desvelar el misterio.
AMO LO QUE SE HACE LENTAMENTE…
Amo lo que se hace lentamente,
lo que exige atención,
lo que demanda esfuerzo.
Amo la austeridad de los que escriben
como el que excava un pozo
o repara el esmalte de una taza.
Mi habla es un murmullo,
una simple presencia que en la noche,
en las proximidades del vacío,
se impone por sí sola contra el miedo,
contra la soledad que nos revela
lo pequeños que somos.
El poeta no ha elegido el futuro.
El poeta ha elegido descalzarse en el umbral del desierto.
He heredado un nogal sobre la tumba de los reyes, 2019.