Categoría: Literatura hispanoamericana

Washington Delgado

Sin título, de Ramiro Llona

El centro temático de la poesía de Washington Delgado (Perú, 1927-2003) es, en palabras de Javier Sologuren, “el destino humano en su condición social, dentro de una patria y un mundo que se desgarran en incesante conflicto”.

LOS AMORES HUMILDES

Yo no canto la rosa,
canto otra cosa.

La belleza menuda
de un parquecillo
que buscan los amantes
y aman los niños.

El sol y la alegría
que se pasean
con cada caminante
por la arboleda.

Las piedras verdinosas,
la fuente quieta
(un tiempo fue de agua
hoy es de hierba).

Yo no canto la rosa,
en mi parque pequeño
canto otra cosa.

Parque, 1965.


Armando Uribe

Sin título, de Eugenio Dittborn

Armando Uribe Arce (Chile, 1933) es autor de breves poemas en torno al dolor, la persistencia de la muerte, el asombro ante la divinidad… La indignación o la ironía marcan el tono de sus versos.

¿QUIÉN RECIBE AL POETA EN ESTE MUNDO?…

¿Quién recibe al poeta en este mundo?
Viven como ratones perseguidos
por gatos perseguidos
por perros perseguidos por su cola.

No hay lugar, 1970.


María Arrillaga

Los pecadores comerán primero, de Arnaldo Roche Rabell

Según Matos Paoli, la poesía de María Arrillaga (Puerto Rico, 1940) participa de la “desmitologización de la cultura convencional”, tanto en la reivindicación de la esencia sexual del ser humano como en su compromiso con la justicia social.

POESÍA

I

Poesía es emoción,
asombro de la vida,
cascabel que rompe el ruido de los tiempos
y
de los silencios.
Angustia de muerte
y
luz de todas las mañanas.
Como columpio que suena el aire
o un perro solo que muere
o un héroe solo muriendo.

II

Poesía es un sillón,
y lo que siente un hombre pobre.
Es un cajón donde se come,
y el vómito de la amargura cotidiana.

Es una perla dañada.
Una vieja en el cristal
reflejando los reflejos
desde convite absurdo
de pan y ojos que miran
el universo agrandarse.

III

Es la luz de la ciudad,
se la puede aceptar.
Soñar:
que ya pronto volveremos
a San Juan.
Que como perros mordiéndose
volveremos a querernos.

IV

Es la sangre de los besos en la noche
cuando mi última energía
desea la poesía
como amante fiel que me acompañe
al lecho del descanso.

Y entonces la palabra se hace carne y toma espíritu.
Junto a mí el ritmo de las voces
de todos los tiempos levantadas
de los hombres y mujeres que gritaron
del sentimiento al alma para afuera
para que no haya corazones solos.
Porque en medio del suicidio de las mentes
está el exquisito abismo de las voces compañeras
clamando al infinito
la humanidad del sueño de la nada apocalíptico.

Vida en el tiempo, 1974.


Saúl Yurkievich

En la orilla del río, de Adolfo Nigro

La poesía de Saúl Yurkievich (Argentina, 1931-2005) se caracteriza por el rechazo de toda preceptiva literaria y por la continua experimentación en las posibilidades del lenguaje poético. Sus innovaciones formales no restan hondura reflexiva al contenido de sus versos.

POR UNA POESÍA MÁS

magnética que telúrica

organizada que orgánica

intencional que instintiva

empírica que inspirada

real que realista

concreta que misteriosa

terrestre que celeste

paradójica que parabólica

parlería que paroxismo

gratuita que utilitaria

experimental que sacramental

subliminal que sublime

pulsional que pundonorosa

temperamental que temperada

disonante que tonal

diacrónica que sincrónica

diatópica que utópica

cerebral que medular

ventral que cardíaca

vocal que pectoral

visual que visionaria

táctil que táctica

gnómica que mágica

erótica que heroica

tentativa que taxativa

mítica que matemática

aleatoria que aligera

lúdica que ritual

formal que expresionista

elusiva que efusiva

analógica que alegórica

humor que sacramento

sustancial que esencial

plural que singular

fabril que febril

fantasmagórica que fantástica

sed que ciencia

acrimonia que ceremonia

volatinera que vocativa

sensualidad que sensibilidad

apelativa que apocalíptica

apuesta que apostolado

exorbitante que evanescente

armería que armonía

mester que misterio

farsa que fasto

alegrón que alegato

algoritmia que alquimia

aventura que envergadura

burlesca que bautismal

neuma que numen

sema que cima

confusa que confesa

precisa que posesa

posesa que profesa

plagiaria que plegaria

farándula que farmacopea

catálogo que decálogo

perceptiva que preceptiva

electrón que calostro

albañil que albañal

engarce que engrase

operador que medium

semblante que semblanza

untura que unción

ciruela que serafín

picotero que pedagogo

charada que chancro

crucigrama que cremallera

diablura que exorcismo

supurativa que superlativa

puntura que puntilla

percusor que pavana

metralla que minuet

album que alud

vórtice que vértice

seso que caracú

ventríloco que ventrículo

mirlo que mártir

bodegón que retablo

contrapelo que contrapeso

agujeros que agüeros

púbica que pública

correría que corolario

laberinto que logaritmo

azar que azor

ludo que laúd

lima que limo

garrapato que garrapata

caníbal que Calibán

taberna que tabernáculo

soma que sumum

tropel que trofeo

pinza que pira

carnaval que aquelarre

alumbre que alambique

cloaca que cónclave

loro que loor

tomate que anémona

pamplina que pandemonio

trovero que profeta

pedorrea que céfiro

bombarda que carrillón

engastar que engatuzar

retrete que trono

serenata que sermón

madrigal que mandrágora

navegante que nibelungo

bufón que buda

semen que cenit

letra que latría

ventosa que vedanta

ábaco que cábala

balada que baliza

recorte que rogativa

regalo que regalía

montepío que monumento

mundo que módulo

Acaso acoso, 1982.


Juvencio Valle

La blusa amarilla, de Augusto Eguiluz

La poetización del sur de Chile, de sus bosques paradisíacos, es una constante en la obra lírica de Juvencio Valle (1900-1999). También lo es la influencia de los clásicos españoles del Siglo de Oro, en especial de Fray Luis de León.

EMOCIÓN AZUL

Esta emoción azul ¿será mi verso?
Asoma como un brote en mi palabra,
aromada de ensueño y de ilusiones,
candorosa y azul como las salvias.

Bendito verso azul que me levanta,
aquí lo llevo en el altar de mi alma:
ya frondoso y erguido como un árbol,
ya fragante y azul como las malvas.

Perfumado jazmín que en mí florece,
licor de exaltación que así me embarga;
cuando quiero volar por los caminos
como un ala sutil nace en el alba.

La flauta del hombre pan, 1929.