La poesía de Marta Sanz (Madrid, 1967) aborda, con un lenguaje áspero, lleno de imágenes plásticas, muchas veces feístas, la reflexión sobre temas como la propia identidad, el deseo carnal, la perversión, los mitos culturales, la memoria y la escritura. Es una poesía combativa e irreverente, llena de sugerencias.
NO QUIERO LA PALABRA PRECISA…
No quiero la palabra precisa.
Es pobre y es pequeña.
Quiero una palabra
llena de flecos.
Una lámpara con chupones morados.
Una excrecencia.
Gota que rezuma del canalón.
La estalactita rota.
El polvo de trabajar los brillantes.
Un hielo deshecho.
Y deshaciéndose.
La saliva que le escapa, por la comisura,
a la bella que duerme en el bosque.
La ganga del mineral.
El hilo que sobra detrás del cañamazo.
No quiero la palabra precisa,
sino una llena de flecos,
una lámpara y vuelta a empezar,
un laberinto,
la flor,
una palabra
que ni yo misma entienda
y solo pueda poseer
cuando los otros,
los de buena voluntad,
me la traduzcan.
Perra mentirosa, 2010.