Con el título de Gritos de libertad y de esperanza, reunió en 1987 sus poemas más significativos el antropólogo guineano Anacleto Olo Mibuy (1951), impulsor de la identidad bantú y propagador del afroiberoamericanismo. Su obra expresa el sufrimiento de su pueblo bajo el azote de una dictadura cruel.
LA VOZ DE LOS OPRIMIDOS
Mis poesías serán leídas un día,
debajo de mis árboles,
sin techos ni barnices de aire.
Será la vieja acurrucada
con su cestón de memorias iletradas.
Leerán los árboles fingidos
de muertos injustos,
y la tierra se moverá espesando
la melancolía de un nuevo sol.
En las tumbas se alzarán
esqueletos de negros invisibles
sentados en su banco de condenados.
Entonces mi poesía acusará
pondrá en cada boca de hueso, la sentencia
y el látigo macabro de penitencia.
Se levantarán todos los muertos
y los huérfanos tullidos de miseria;
algún dedo de papel aplastado
señalará entre los vivos de la historia
el asesino de la Libertad.
Allí se leerá mi poesía fúnebre
y mis líneas de Libertad cruel,
cantarán las gestas sepultadas
en cada flor y en cada árbol.
Muertos y vivos de corazón arañado
de cualquier negra injusticia,
mis poesías llamarán a la resurrección
con la voz de los que no la tuvieron,
con la voz de los oprimidos.
Antología de la literatura guineana, 1984.