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Hugo Mayo

Desnudo recostado, de Manuel Rendón

Los primeros poemas que Miguel Augusto Egas (Ecuador, 1898-1988) firmó con el seudónimo Hugo Mayo se publicaron en revistas vanguardistas de los años 20, como Motocicleta. Hasta los años 70 no se recogerían en libro sus versos atrevidos e iconoclastas.

ME IDENTIFICO

Soy Hugo Mayo, un poeta distinto
Soy a mi manera
–Como temo intoxicaros, olvidad que soy poeta
Les permito llamarme como quieran–
Al mundo llegué, según mis padres, el día domingo,
Cuando apenas el alba se pintaba
Noviembre 24 señalaba el calendario
Mi cuna: un fondeadero; Manta
Manta entonces era pequeña y paupérrima
Hoy, puerto con rompeolas, ciudad que maravilla,
Aunque le pese a cualquier otro puerto
Mi rebeldía, como mi mar, la doy en tumbos
Poseo la reciedumbre del algarrobero
Mis primigenios: un bosque y un océano
Así, la engendración de savias y aguasal,
a no dudarlo, he sido, soy y sigo siendo

Un día, resuelto, «le torcí el cuello
al cisne de engañoso plumaje» que cantaba
Los patocuervos no me perdonaron
Buscaron en bandada atacarme en mi reducto,
pero los desplumé; y, apenas si pudieron
No contentos me llamaron el verdugo del verso
Sin embargo, sigo siendo Hugo Mayo,
un poeta distinto. Soy a mi manera
«El primer hombre de nuestra más alta poesía»,
dictamen de un Aedo
Aún más, vadeando lo imposible, publiqué
«Motocicleta», revista que proclamó la revuelta
Si miento, acaso, en varias Antologías
Estoy de cuerpo entero

Poemas de Hugo Mayo, 1976.


Saúl Yurkievich

En la orilla del río, de Adolfo Nigro

La poesía de Saúl Yurkievich (Argentina, 1931-2005) se caracteriza por el rechazo de toda preceptiva literaria y por la continua experimentación en las posibilidades del lenguaje poético. Sus innovaciones formales no restan hondura reflexiva al contenido de sus versos.

POR UNA POESÍA MÁS

magnética que telúrica

organizada que orgánica

intencional que instintiva

empírica que inspirada

real que realista

concreta que misteriosa

terrestre que celeste

paradójica que parabólica

parlería que paroxismo

gratuita que utilitaria

experimental que sacramental

subliminal que sublime

pulsional que pundonorosa

temperamental que temperada

disonante que tonal

diacrónica que sincrónica

diatópica que utópica

cerebral que medular

ventral que cardíaca

vocal que pectoral

visual que visionaria

táctil que táctica

gnómica que mágica

erótica que heroica

tentativa que taxativa

mítica que matemática

aleatoria que aligera

lúdica que ritual

formal que expresionista

elusiva que efusiva

analógica que alegórica

humor que sacramento

sustancial que esencial

plural que singular

fabril que febril

fantasmagórica que fantástica

sed que ciencia

acrimonia que ceremonia

volatinera que vocativa

sensualidad que sensibilidad

apelativa que apocalíptica

apuesta que apostolado

exorbitante que evanescente

armería que armonía

mester que misterio

farsa que fasto

alegrón que alegato

algoritmia que alquimia

aventura que envergadura

burlesca que bautismal

neuma que numen

sema que cima

confusa que confesa

precisa que posesa

posesa que profesa

plagiaria que plegaria

farándula que farmacopea

catálogo que decálogo

perceptiva que preceptiva

electrón que calostro

albañil que albañal

engarce que engrase

operador que medium

semblante que semblanza

untura que unción

ciruela que serafín

picotero que pedagogo

charada que chancro

crucigrama que cremallera

diablura que exorcismo

supurativa que superlativa

puntura que puntilla

percusor que pavana

metralla que minuet

album que alud

vórtice que vértice

seso que caracú

ventríloco que ventrículo

mirlo que mártir

bodegón que retablo

contrapelo que contrapeso

agujeros que agüeros

púbica que pública

correría que corolario

laberinto que logaritmo

azar que azor

ludo que laúd

lima que limo

garrapato que garrapata

caníbal que Calibán

taberna que tabernáculo

soma que sumum

tropel que trofeo

pinza que pira

carnaval que aquelarre

alumbre que alambique

cloaca que cónclave

loro que loor

tomate que anémona

pamplina que pandemonio

trovero que profeta

pedorrea que céfiro

bombarda que carrillón

engastar que engatuzar

retrete que trono

serenata que sermón

madrigal que mandrágora

navegante que nibelungo

bufón que buda

semen que cenit

letra que latría

ventosa que vedanta

ábaco que cábala

balada que baliza

recorte que rogativa

regalo que regalía

montepío que monumento

mundo que módulo

Acaso acoso, 1982.


José Antonio Falconí Villagómez

Lironda 2, de Araceli Gilbert

José Antonio Falconí Villagómez (1895-1967) es uno de los poetas introductores de la renovación vanguardista en Ecuador. Su “Arte Poética (Nº 2)”, de 1921, es una especie de manifiesto dadaísta ecuatoriano. Su poesía posterior se inscribe, sin embargo, dentro del posmodernismo simbolista.

ARTE POÉTICA (Nº 2)

Como la rosa de los vientos sea tu musa
atenta al alisio del Norte
voltaica, dinámica, ultracósmica,
como al viento venido del Austro,
cuya brújula mire hacia un Polo
y al otro;
más allá de los límites cardinales,
de las latitudes remotas,
de los meridianos terrestres
y de los equinoccios.

Y tú, Poeta, sé la antena
que recoja las vibraciones del Cosmos
espectacular y polifónico
como el órgano de una Catedral.
Y canta todo lo que veas
sobre la tierra, digno y loable
de acuerdo con una personal estética,
pasando por la Venus rubia
y la hotentote calipgia…

Y sé también un poco enciclopédico
y otro poco cosmopolita,
para hablar el universal lenguaje
con todas las sirenas del Mundo
y olvídate de la Retórica
de la Academia y la señora Polilla
porque ya no hay gramáticos en el Orbe
y los últimos románticos
murieron en Flandes o en las Argonas
o en otro cualquier lugar de Europa,
luchando por esto o aquello
para que triunfe Artropos.
Así, pues, arroja tus dados al aire,
Poeta dadaísta,
sin que te importe el prójimo una higa
pues asistes a tu propio espectáculo
sin cobrar tarifa.
Y que rujan los Zoilos y Sanchos,
los “estupendos críticos”
que te miran con ojos oblicuos
y por toda respuesta, regálales,
de vez en cuando,
como miel hiblea
o una esencia sutil por gotas,
la palabra eficaz y oportuna,
talismánica y heroica
de Cambronne.

1921. El surtidor armónico, 1956.


Raúl Gustavo Aguirre

Veleta del pez en el aire, de Hugo Paledetti

Raúl Gustavo Aguirre (1927-1983) contribuyó a la difusión de la poesía argentina de vanguardia desde la revista Poesía Buenos Aires; también, como ensayista y antólogo. Su poesía, ligada a la corriente poética denominada invencionismo, recoge influencias del surrealismo y, sobre todo, del creacionismo de Huidobro.

LA OBSESIÓN DE SER EN LA POESÍA…

La obsesión de ser en la poesía, en medio de una materia sin compromiso alguno con nosotros, ávida por desasirse de nuestra complicada química corporal.

Siempre se servirá la poesía de esa alianza impenetrable entre la confusión de un hombre y la presencia de un niño.

Romper la barrera del sonido. (Todos los desastres precedían ese momento soberano en que el poeta, por una suma acelerada de actos de veracidad, emerge solitario en la región absoluta.)

La magia de la existencia es enorme. La tarea del lenguaje es revelarla, no sustituirla.

Es preciso volvernos a tiempo hacia la ventana, a fin de no devenir considerables.

El poeta es el hombre de la lenta obsesión.

En tanta felicidad posible, misteriosamente asesinada, arde la poesía…

Cuaderno de notas (fragmento), 1957.


Vicente Huidobro

Boceto de Sara Malvar sobre el poema Moulin de Vicente Huidobro

Vicente Huidobro (Chile, 1893-1948) es el impulsor del creacionismo, movimiento de vanguardia que pone el énfasis en la autonomía de la expresión poética: «hacer un poema como la naturaleza hace un árbol».

ARTE POÉTICA

Que el verso sea como una llave
Que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea,
Y el alma del oyente quede temblando.

Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata.

Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Mas no por eso tenemos menos fuerza:
El vigor verdadero
Reside en la cabeza.

Por qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas!
Hacedla florecer en el poema.

Sólo para nosotros
Viven todas las cosas bajo el Sol.

El poeta es un pequeño Dios.

El espejo de agua, 1916.