Para la escritora lisboeta Ana Luísa Amaral (1956-2022), la poesía puede ser «un hogar donde se piense y se sienta de una manera más reposada, y no con esta velocidad loca con la que vivimos»; es el espacio mismo de la posibilidad (es poetizable tanto una cebolla como un planeta), es el lugar de la belleza, de lo simbólico y «el antídoto de la barbarie y del odio».
NI TÁGIDES, NI MUSAS
Ni tágides ni musas:
solo una fuerza que me viene de dentro,
de un punto de locura, de pozo
que me asusta,
seduciendo
Una fuente de hilos de agua
finísima
(un rayo de luna de más
la secaría)
Ni río ni lira
ni femenino grupo transbordando:
solo lo que heredé en fuerza no heredada,
en fuente donde la luz de luna
no está
Cosas de partir, 1993. Traducción de Pedro Serra.