La poesía del escritor Isaac Goldemberg (1945), descendiente de padre judío, de origen ucraniano, y de madre católica peruana, ahonda en la dualidad de sus raíces culturales. Muchos de sus poemas se presentan como alegorías o fábulas, donde lo narrativo y lo metafórico se unen en un intento de conciliar poesía y filosofía.
LECCIÓN DE POESÍA
La poesía sufrió la mayor devastación.
Fue expulsada de nación en nación.
¿Dónde estaba la justicia en esto?
Al examinar lo ocurrido,
la poesía llegó al corazón del asunto:
Podía ser que hubiese sido la víctima
por haberse dedicado a servir sus propios propósitos.
Cierto, tuvo una visión y una perspectiva del Universo,
pero permaneció oculta al humano.
Su perspectiva fue nada más
que una proyección de sí misma
y quedó bastante satisfecha de su conclusión:
no se encontraba a disposición de los humanos,
y no era sensible a sus términos,
estaba oculta y se revelaba solo cuando lo deseaba.
La poesía era la poesía
y el humano era el humano
y ocurrió que ya casi nunca se encontraban
la una con el otro.
Esto puso al humano en su lugar,
golpeó en la raíz de su error,
de su concepción de la realidad misma.
¿Pero por qué se dio en el humano esa aversión tan profunda?
El humano dijo que su mismísima presencia
lo había puesto en peligro
y tenía que hacerla perecer para no ser su amenaza.
Luego rehusó voltear a mirarla.
Libro de las transformaciones, 2007.