Etiqueta: XX

Juan Antonio González Iglesias

Desnudo, de Toni Catany

Juan Antonio González Iglesias (Salamanca, 1964) concibe la poesía como “la zona de libertad del lenguaje” y al poeta como “alguien que dice verdades elementales”. Doctor en filología clásica y traductor de Ovidio, Horacio y Catulo, en sus versos se percibe una profunda huella humanística.

ESTO ES MI CUERPO

Esto es mi cuerpo. Aquí
coinciden el lenguaje y el amor.
La suma de las líneas
que he escrito ha dibujado
no mi rostro, sino algo más humilde:
mi cuerpo. Esto que tocas es mi cuerpo.
Otro lo dijo
mejor. Esto que tocas
no es un libro, es un hombre.
Yo añado que esto que te toca ahora
es un hombre.
Soy yo, porque no hay
ni una sola sílaba que esté libre de amor,
no hay ni una sola sílaba
que no sea un centímetro
cuadrado de mi piel.
En el poema soy acariciable
no menos que en la noche, cuando tiendo
mi sueño paralelo al sueño que amo.
No mosaico, ni número, ni suma.
No sólo eso.
Esto es una entrega. Soy pequeño
y grande entre tus manos.
Ésta es mi salvación. Éste soy yo.

Este rumor del mundo es el amor.

Esto es mi cuerpo, 1997.


Sara de Ibáñez

Dos figuras constructivas con objetos, de Joaquín Torres García

La obsesión de la muerte, la fuerza del amor y el imperativo de la poesía son algunos de los temas de la uruguaya Sara de Ibáñez (1910-1971). El lenguaje brillantemente musical y las más audaces metáforas caracterizan también a su lírica.

LA PÁGINA VACÍA

A Stéphane Mallarmé

Cómo atrever esta impura
cerrazón de sangre y fuego,
esta urgencia de astro ciego
contra tu feroz blancura.
Ausencia de la criatura
que su nacimiento espera,
de tu nieve prisionera
y de mis venas deudora,
en el envés de la aurora
y el no de la primavera.

Las estaciones y otros poemas, 1957.


Pedro Mir

Merengue, de Jaime Colson

Pedro Mir (República Dominicana, 1913-2000) es un poeta de clara vocación popular. Bajo el magisterio de Whitman y Neruda, a los que rindió sentido homenaje, escribió sus mejores poemas, extensas composiciones, magníficamente orquestadas, en las que reflejó sus preocupaciones políticas.

VENDRÁN OTROS POETAS Y UNA JOVEN POESÍA…

Vendrán otros poetas y una joven poesía
jamás escrita o escuchada, completamente
insólita, íntegramente desencadenada
en maderas sonoras y piedras desconocidas,
en cristales inéditos y transparencias
únicas, de celulosa y derivados del petróleo,
construída por la nueva juventud y la nueva
ancianidad que mira hacia el futuro.
Desde ti, de tu madera de nave descubridora.
Vendrán otros poemas de amor y de alegría
de un ruego inesperado y esperanza absoluta
que tejerán las manos y serán muchas manos
que la alzarán al pueblo y serán muchos pueblos.
Y el idioma del mundo será esos poemas
que las doncellas bravas llevarán al mercado
para comprar con ellos metales inauditos
y goces increíbles y pájaros de fuego.

Huracán Neruda (fragmento), 1975.


Antonio Machado

Ensueño, de Joan Brull

La poesía del sevillano Antonio Machado (1875-1939), “poesía en el tiempo”, sobria y densa, pretende captar la esencia de las cosas, a la vez que su fluir temporal. Su obra se sitúa dentro del Modernismo intimista: a los versos sensoriales y sonoros, prefirió una poesía que expresara “una honda palpitación del espíritu”.

LEYENDO UN CLARO DÍA…

Leyendo un claro día
mis bien amados versos,
he visto en el profundo
espejo de mis sueños

que una verdad divina
temblando está de miedo,
y es una flor que quiere
echar su aroma al viento.

El alma del poeta
se orienta hacia el misterio.
Sólo el poeta puede
mirar lo que está lejos
dentro del alma, en turbio
y mago sol envuelto.

En esas galerías,
sin fondo, del recuerdo,
donde las pobres gentes
colgaron cual trofeo

el traje de una fiesta
apolillado y viejo,
allí el poeta sabe
el laborar eterno
mirar de las doradas
abejas de los sueños.

Poetas, con el alma
atenta al hondo cielo,
en la cruel batalla
o en el tranquilo huerto,

la nueva miel labramos
con los dolores viejos,
la veste blanca y pura
pacientemente hacemos,
y bajo el sol bruñimos
el fuerte arnés de hierro.

El alma que no sueña,
el enemigo espejo,
proyecta nuestra imagen
con un perfil grotesco.

Sentimos una ola
de sangre, en nuestro pecho,
que pasa… y sonreímos,
y a laborar volvemos.

Soledades, galerías y otros poemas, 1907. “Introducción” a Galerías.


Ernesto Cardenal

Dos bañistas en los rápidos, de Armando Morales

La poesía en Ernesto Cardenal (1925), político y sacerdote nicaragüense, próximo a la teología de la liberación, se vuelve ensayo en el sentido en que se usa para la difusión de ideas políticas, económicas y religiosas. Es una poesía comprometida con la realidad social latinoamericana, que hace uso de los recursos tradicionalmente considerados más propios de la prosa, como el lenguaje conversacional.

TE DOY, CLAUDIA, ESTOS VERSOS, PORQUE TÚ ERES SU DUEÑA…

Te doy, Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña.
Los he escrito sencillos para que tú los entiendas.
Son para ti solamente, pero si a ti no te interesan,
un día se divulgarán tal vez por toda Hispanoamérica…
Y si al amor que los dictó, tú también lo desprecias,
otras soñarán con este amor que no fue para ellas.
Y tal vez verás, Claudia, que estos poemas,
(escritos para conquistarte a ti) despiertan
en otras parejas enamoradas que los lean
los besos que en ti no despertó el poeta.

Epigramas, 1961.