El tren de las cinco, de Ricardo Borrero Álvarez

El colombiano José Asunción Silva (1865-1896) es, entre los poetas de la primera generación del Modernismo, el que más se adentra en el ámbito del simbolismo. De ahí su gusto por la expresión misteriosa, vaga, sugerente y de cadenciosa musicalidad. Otros rasgos de su poesía son la obsesión por el tiempo, el recuerdo y la muerte, y el tono elegíaco.

ARS

El verso es un vaso santo; ¡poned en él tan sólo,
un pensamiento puro,
en cuyo fondo bullan hirvientes las imágenes,
¡como burbujas de oro de un viejo vino oscuro!

Allí verted las flores que en la continua lucha
ajó del mundo el frío,
recuerdos deliciosos de tiempos que no vuelven,
y nardos empapados de gotas de rocío.

Para que la existencia mísera se embalsame
cual de una esencia ignota,
quemándose en el fuego del alma enternecida,
de aquel supremo bálsamo basta una sola gota.

El libro de versos, 1891-1896.

LA VOZ DE LAS COSAS

¡Si os encerrara yo en mis estrofas,
frágiles cosas que sonreís,
pálido lirio que te deshojas,
rayo de luna sobre el tapiz
de húmedas flores, y verdes hojas
que al tibio soplo de Mayo abrís,
si os encerrara yo en mis estrofas,
pálidas cosas que sonreís!

¡Si aprisionaros pudiera el verso,
fantasmas grises, cuando pasáis,
móviles formas del Universo,
sueños confusos, seres que os vais,
ósculo triste, suave y perverso
que entre las sombras al alma dais,
si aprisionaros pudiera el verso,
fantasmas grises, cuando pasáis!

El libro de versos, 1891-1896.