Categoría: Literatura hispanoamericana

César Dávila Andrade

Identidad, de Leonardo Tejada

El ecuatoriano César Dávila Andrade (1919-1967) hizo de la geografía andina un estremecedor espectáculo verbal. En sus versos se manifiesta su interés por lo esotérico y lo místico.

POESÍA QUEMADA

Entre las obras puras, nada que hacer. Tampoco
entre las Ánimas o las Ruinas.

El Poema debe ser extraviado totalmente
en el centro del juego, como
la convulsión de una cacería
en el fondo de una víscera.
Y reír de sí mismo
con el costillar del ventisquero.

Sólo lejos de ti, en el milagro
de no encerrar cordero en el pan de cada día.
Y nada que se asemeje
al punzante abalorio de los cítricos.

Me tentaré lejos de Dios, mano a mano,
a mí mismo,
con la sinceridad hambrienta del perro
que duerme temblando
sobre el pan enterrado por su madre.

¡Y te quemaré en mí, Poesía!
En ladrillos de venas de amor, te escribiré
empapándote profundamente.

¡Luego
vendrá el sol y te extraerá con los colmillos!

En un lugar no identificado, 1962.


Julio Correa

Dos mujeres, de Lilí del Mónico

Julio Correa (1890-1953) es considerado el dramaturgo de mayor influencia del teatro paraguayo. Su poesía rechaza el retoricismo y está al servicio de las causas sociales.

NO CANTÉIS MÁS, POETAS, VUESTRA VIEJA CANCIÓN…

No cantéis más, poetas, vuestra vieja canción,
de los dulces amores y de la vieja pena,
con las puerilidades de la «dura cadena»
que un Cupido de palo os ató al corazón.
Dejad a un lado los jardines,
a los viejos poetas del Trianón y Versalles,
con las cursilerías de Pierrots, Arlequines,
princesas y pastores de los floridos valles.
Volad a las calles
y con los adoquines
formad las barricadas heroicas del Derecho.
Es ahora la hora
de presentar los pechos
a la ametralladora
y de morir deshechos
vengando los agravios,
el himno de los libres en los labios,
crispadas o cerradas en puños vuestras manos,
golpeando la frente sucia de los tiranos.

No cantéis más, poetas, vuestras viejas canciones,
cuando a las libertades se oponen las murallas
de crimen y mentira;
y son vuestros señores los ladrones,
e impera la canalla
más ignara y más vil,
abandonad la lira
y empuñad el fusil.

Cuerpo y alma, 1945.


Enrique Fierro

Remolinos, de Osvaldo Paz

El poeta uruguayo Enrique Fierro (1942) manifiesta en sus versos la desconfianza en el lenguaje para rescatar la verdadera naturaleza de la realidad. Formalmente, se caracteriza su poesía por una extrema reducción verbal.

PALABRAS PARA P(L)ACER PALABRAS

recorrer el campo de palabras
anterior a la escritura ¿no es
anterior a la escritura?
mirar el mar a mares de palabras ¿no es
anterior a la escritura?
dicen que no que no es
anterior a la escritura dicen
que la palabra no es
anterior a la escritura por
eso después no nos vimos
allí no en otra parte aquí
y nos vimos antes y para siempre
no nos vieron ni los vimos
¿que no hay lo que hay antes?
sólo hay el salto mortal que es
el principio del fin del placer
anterior a la escritura no hay
placer sólo hay
palabras para p(l)acer palabras

Escrito en México, 1974-84.


Ernesto Mejía Sánchez

Madonna del Caribe, de June Beer

En la poesía de Ernesto Mejía Sánchez (Nicaragua, 1923-1985) se da rigor intelectual, pulcritud artesanal e intensidad creadora en abundancia de formas y temas. Sus prosemas, pequeños textos en prosa, lírico-narrativos, figuran entre lo más original de su producción.

EN DEFENSA DE LOS POETAS

Pro Murena

Yo los conozco, sí, yo los he visto –mirándome como bebiendo aquel punteo de oro en los ojos amados, el vino a cuestas o el hambre, días para no amanecer, umbrales de la noche y almas borrosas en la madrugada– con el orgullo y el terror de la pluma en la mano, que traduce o finge lo que bien saben y calla lo que ignoran, lo que quieren: porque me ha sido dado tenerlos como bestias de jardín, yo los he visto– lamen la cadena o se ahorcan con ella, pagados siempre de la simple caricia o la pobre opinión, asidos, prendidos a ellas como al leño del náufrago. Yo los he visto amantes: aman la vida y la libertad y sólo son felices en la postración y la muerte. Nadie diga que no son generosos.

Estelas / Homenajes, 1947-82.


Juan Sánchez Peláez

Huellas en el parque, de Manuel Quintana Castillo

La poesía de Juan Sánchez Peláez (Venezuela, 1922-2003), próxima al surrealismo, está entreverada de sutil erotismo, humor terso y melancólico y memorable música verbal.

AUNQUE LA PALABRA SEA SOMBRA EN MEDIO, HOGAR EN EL AIRE…

Aunque la palabra sea sombra en medio, hogar en el aire,
soy otro, más libre, cuando me veo atado a ella,
en el alba o en la tempestad.

Por la palabra vivo en aguas plácidas y en filón extranjero,
fuera del inmenso hueco.

Lo huidizo y permanente, 1969.