Categoría: Literatura catalana

Joan Maragall

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Joan Maragall (Barcelona, 1860-1911), figura central del modernisme catalán, concibe la poesía como “palabra viva”, dictada por la inspiración e indisociable de la vida.

LA ODA INFINITA

Tengo una oda empezada
que no puedo acabar nunca:
me la dictó día y noche
todo cuanto canta al viento,
cuanto brilla en el espacio.

Fue entonada por mi infancia
entre ensueños de amor puro;
decaída y medio enferma,
mi juventud la repite
con más seguro compás.

Con voz más fuerte en seguida
me ha dictado nuevos cantos;
mas cada año que se va
contemplo otra estrofa muerta
y perdidos consonantes.

Yo no sé cómo empezaba
ni sé cómo acabará;
tengo el pensamiento esclavo
de una fuerza que se calma
dictándola sin cesar.

Y así, siempre a la ventura,
sin saber si rima o no,
enlaza la mano incierta
la amargura con el gozo,
himnos de alta adoración.

Por mi gloria, sólo quiero
que, si alguien sabe esta oda,
al instante de morir
de memoria me la diga
palabra a palabra, entera.

Que me la diga al oído,
hilo a hilo, destejiéndola
de la ignota maravilla
con que la vida prepara
la tela firme y sutil.

Y sabré si en lo que piensas
–¡oh poeta extasiado!–
hay un rumor de cadencias
del ave de inmensas alas
que anida en la eternidad.

1888. Traducción de Diego Navarro y Fernando Gutiérrez.


Pere Gimferrer

El ángel caído, de Enrique Senís-Oliver

Pere Gimferrer (Barcelona, 1945), poeta en catalán y en español, recupera para la poesía hispánica el culto modernista de la belleza. La fascinación por los viejos mitos, la conciencia dolorosa de la temporalidad, la sorpresa ante la belleza inmaculada del mundo son algunos de sus temas, expresados en brillantes versículos.

RECUENTO

Ensayos he escrito desvaídos borradores esbozos
a la luz de una lámpara
apenas un valor decorativo
como figuras pintadas en la pantalla de una lámpara
piscinas con cisnes de plástico
me muerdo los labios y una gota de sangre vacila
besar al leproso
horror de los contrarios la caverna plutónica el vendaval sulfúreo
el otoño como un órgano profundo en las catedrales del agua
vivo de imágenes son mi propia sangre
la sangre es mi idioma ciego en la luz del planeta
buceando en la tiniebla con rifle submarino
un arpón oh sombras de delfines en mi vida
oh sombras de delfines
van y vienen en la verdosa oscuridad
cuánto quise decir que mis versos no dicen
cuánto mis versos dicen que yo no sabría decir
como una máquina tragaperras en Las Vegas o Phoenix City
y el fullero de smoking sale a una luz de carrusel
Cuando envejezca pensaré en mis versos como en esas inacabadas
[historias de familia con cenas y despachos y salones
las sonrisas de mis primas muertas hace tantos años
envejecidas como un vestido de encaje apolillado una muñeca abandonada
[en los desvanes
la sonrisa de una muñeca
sus ojos como canicas o vidrios de colores
como canicas o vidrios de colores mis versos
pero todo adquirirá otra luz una nueva perspectiva
como la sala en penumbra desde una cabina de proyección
las sombras plateadas de los mares del Sur
con guirnaldas de flores las canoas en el Pacífico
este azul tan intenso que por las noches fosforece
versos fosforescentes en la noche
emitiendo señales de radio bajo las aguas como un submarino perdido
el Scorpion de la VI Flota ante los cabos de Virginia
Norteamérica un nido de escorpiones
no regresan sus señales de radio se pierden en la noche se hunden en la
[pesada oscuridad de las olas
emitiendo mis versos
ya desde la vejez versos de veinte años
con palabras de entonces que se han vuelto románticas
como automóviles de principios de siglo
charolados y oscuros y encendidos
mis versos
como en el teatro Kabuki o en una obra griega
maquillajes y máscaras siempre máscaras
Personae dijo Pound
amarillos y azules y encarnados
colores vivos de instantánea Kodak
algunos no regresan se han ido las imágenes
mariposa en cenizas
otros aún fosforecen sobre la noche de los rascacielos
regresan como muchachos heridos en la ciénaga
pólvora y ojos verdes
un guerrillero bajo las estrellas metálicas
fuego de granadas Primavera
mis ojos han visto la hoguera de Savonarola
la muerte de Ernesto Guevara
y como Sandro Botticelli la fría luz de una plaza desnuda
edificios vacíos como un esbozo de arquitecto
Los milagros de san Zenobio pintado hacia 1500
ya no tenía fe
se desvanece el verde sombrío de las hojas y las diáfanas cabelleras de oro
sirenas de ambulancias vienen de Luna Park
aúllan en la noche
y a lo lejos la rueda luminosa
música toboganes laberintos
la lluvia en Luna Park y el frío de la Morgue y los recuerdos

Extraña fruta y otros poemas, 1969.


Montserrat Abelló

El Tiempo y Virginia Woolf, de Roser Bru

La poesía de Montserrat Abelló (Tarragona, 1918-2014) se caracteriza por el verso corto, las imágenes sugerentes, el tono incisivo y un cuidado ritmo interno. El amor, la soledad, el paso del tiempo y la misma creación poética son sus temas más habituales.

EN UNA CRIBA…

En una criba
lanzo palabras.
Las más bellas
nunca podré tenerlas.
Por siempre perdidas
entre las finas mallas
de la vida.

Larga como un hilo, la aguja
de puntada áspera, insegura.
Coso esperanzas muertas
en sacos extraños, manchados,
de formas alargadas.

Vida diaria, 1963. Traducción de Neus Aguado.


Joan Brossa

Poema-objeto, de Joan Brossa

La vanguardia en Joan Brossa (Barcelona, 1919-1998) no está reñida con la cotidianeidad ni con la realidad social. Su concepción de la poesía abarca no sólo la palabra poética: acoge también las artes escénicas y las visuales.

SE COGE UN CABO, SE HACE…

Se coge un cabo, se hace
un lazo y se introduce la cuerda por él,
se le da una vuelta para formar un ojal,
se estira y se pasa por detrás;
se pasa de nuevo por el ojal

y el poema queda apoyado
sobre el nudo.

Poemas civiles, 1961. Traducción de José Batlló.