El poeta de mayor influencia en la lírica occidental amorosa es el italiano Francesco Petrarca (1304-1374). El Canzoniere, dedicado a Laura, destaca por su belleza y el profundo análisis de los sentimientos amorosos.
YO ESTOY CANSADO YA DE PENSAR CÓMO…
Yo estoy cansado ya de pensar cómo
de vos no se cansó mi pensamiento,
y cómo no he dejado aún la vida
por huir de suspiros tan pesados;
cómo de hablar del rostro y los cabellos
y los ojos, que siempre estoy cantando,
no fallaron la lengua y el sonido
noche y día diciendo vuestro nombre;
y que mis pies no sientan el cansancio
de seguir vuestra huella en todo sitio
perdiendo inútilmente tantos pasos;
de ello viene la tinta, y los papeles
que de vos lleno y si fallase en esto,
culpa es de Amor, y no defecto de arte.
Cancionero, LXXIV. Traducción de Jacobo Cortines.
IO SON GIÀ STANCO DI PENSAR SÍ COME…
Io son già stanco di pensar sí come
i miei pensier’ in voi stanchi non sono,
et come vita anchor non abbandono
per fuggir de’ sospir’ sí gravi some;
et come a dir del viso et de le chiome
et de’ begli occhi, ond’io sempre ragiono,
non è mancata omai la lingua e ’l suono
dí et notte chiamando il vostro nome;
et che’ pie’ miei non son fiaccati et lassi
a seguir l’orme vostre in ogni parte
perdendo inutilmente tanti passi;
et onde vien l’enchiostro, onde le carte
ch’i’ vo empiendo di voi: se ’n ciò fallassi,
colpa d’Amor, non già defecto d’arte.
Rerum vulgarium fragmenta (Canzoniere), LXXIV.
SUS OJOS QUE CANTÉ AMOROSAMENTE…
Sus ojos que canté amorosamente,
su cuerpo hermoso que adoré constante,
y que vivir me hiciera tan distante
de mí mismo, y huyendo de la gente,
Su cabellera de oro reluciente,
la risa de su angélico semblante
que hizo la tierra al cielo semejante,
¡poco polvo son ya que nada siente!
¡Y sin embargo vivo todavía!
A ciegas, sin la lumbre que amé tanto,
surca mi nave la extensión vacía…
Aquí termine mi amoroso canto:
seca la fuente está de mi alegría,
mi lira yace convertida en llanto.
Cancionero, CCXCII. Traducción de Alejandro Araoz Fraser.
GLI OCCHI DI CH’IO PARLAI SÍ CALDAMENTE…
Gli occhi di ch’io parlai sí caldamente,
et le braccia et le mani et i piedi e ’l viso,
che m’avean sí da me stesso diviso,
et fatto singular da l’altra gente;
le crespe chiome d’òr puro lucente
e ’l lampeggiar de l’angelico riso,
che solean fare in terra un paradiso,
poca polvere son, che nulla sente.
Et io pur vivo, onde mi doglio et sdegno,
rimaso senza ’l lume ch’amai tanto,
in gran fortuna e ’n disarmato legno.
Or sia qui fine al mio amoroso canto:
secca è la vena de l’usato ingegno,
et la cetera mia rivolta in pianto.
Rerum vulgarium fragmenta (Canzoniere), CCXCII.
SI YO HUBIESE PENSADO QUE SERÍAN…
Si yo hubiese pensado que serían
mis suspiros en rimas celebrados,
desde el primer momento numerosas
y en más sutil estilo las hiciera.
Mas muerta aquella por la cual hablaba,
aquella que ocupó mi pensamiento,
no podré, sin tener la dulce lima,
volver blandas las rimas que son duras.
Todo mi afán, es cierto, entonces era
que el pecho dolorido se expresara
de cualquier forma, y no el obtener fama.
Busqué llorar, y no adquirir honores;
gustar quisiera ahora, mas cansado
y en silencio tras sí me llama aquélla.
Cancionero, CCXCIII. Traducción de Jacobo Cortines.
S’IO AVESSE PENSATO CHE SÍ CARE…
S’io avesse pensato che sí care
fossin le voci de’ sospir’ miei in rima,
fatte l’avrei, dal sospirar mio prima,
in numero piú spesse, in stil più rare.
Morta colei che mi facea parlare,
et che si stava de’ pensier’ miei in cima,
non posso, et non ò piú sí dolce lima,
rime aspre et fosche far soavi et chiare.
Et certo ogni mio studio in quel tempo era
pur di sfogare il doloroso core
in qualche modo, non d’acquistar fama.
Pianger cercai, non già del pianto honore:
or vorrei ben piacer; ma quella altera
tacito stanco dopo sé mi chiama.
Rerum vulgarium fragmenta (Canzoniere), CCXCIII.