El interés de Diego Dublé Urrutia (1877-1967) por la vida hogareña, el campo y las costumbres populares hacen de él el primer poeta criollista de Chile.
MI LAÚD
La caja de mi laúd
la fabriqué en una tarde,
con astillas arrancadas
al ataúd de mi padre.
Las cuerdas de mi laúd,
como lo dicen sus sones,
son fibras deshilachadas
del corazón de los hombres.
Las notas de mi laúd
me las escribe una bruja,
a quien he dado un tintero
y un aposento en la nuca.
En fin, yo soy un cantor
de esas penas y nostalgias
que se cultivan hoy día
como las flores del alma.
Veinte años, 1898.
MIS CANCIONES
Me dicen que mis canciones,
como la hiel, son amargas,
que son amargas las notas
que mi laúd desparrama.
Que mis rimas envenenan,
que mis versos son puñales,
que yo soy un asesino,
¡que me calle! ¡que no cante!
A los que así me lo piden
yo les digo que no puedo,
¡que soy un ave sin nido!
¡que si no canto me muero!
Veinte años, 1898.