La poesía de la costarricense Ana Istarú (1960) destaca por su sensualidad y rebeldía. En ella se armoniza perfectamente la emoción y el rigor formal.
NECESITO
Yo no puedo hacer un poema
con sólo la luz de una mano
y los músculos tenues de las palabras,
como quien agrega al aire
un argumento de pétalos
para inclinarlo sobre el pasto,
o como quien agujerea de pasos y cantos
la alegría de asfalto que va despidiendo la carretera.
Yo necesito un sol
para poder trazar los cerros,
agua de platas pedregosas
con que doblegar los labios,
yo, que guardo una cigarra
con el idioma alto de los campanarios.
Y una mañana de bocas
donde iluminar mi cuello.
Poemas para un día cualquiera, 1977.