Las Meninas y un servidor, de Eleazar

El granadino José Gutiérrez (1955) concibe el poema como la “plasmación artística, a través del lenguaje, de nuestros impulsos más verdaderos”. Rigor poético y autenticidad moral son los dos principios que se impone como creador.

POÉTICA

Un deseo de luz para las manos,
esta lira que suena en mi silencio,
cuchillada de sol entre los ojos,
alto vuelo de pájaros solemnes
sobre el dolor del mundo: denso olvido;
navaja cenicienta, la palabra,
es el arma que esgrimo.

Primeros poemas, 1976.