La dama del minino, de Jesús Lapuente

En la poesía de Luis Alberto de Cuenca (Madrid, 1950), desde la ironía o la gravedad, una lengua poética limpia y precisa saca de la anécdota y la reflexión cotidianas registros y fulgores imaginativos en los que alientan el mito, el misterio, la realidad oscura de los sueños y los referentes culturales más diversos.

ADVERTENCIA AL LECTOR

Oyendo a Dinah Washington –son las diez de la noche
de un veintitrés de octubre–, se me ocurre decirle
al presunto lector de mi «literatura»
que procure evitarla como se evita a un huésped
molesto –un erudito, una rata en el baño–,
y que si, por alguna razón que se me escapa,
quiere seguir leyendo, que entienda lo que lee
como lo que es: un grito (o un susurro) de angustia
y soledad.

Por fuertes y fronteras, 1996.

RELIGIÓN Y POESÍA

(Paul Claudel)

Mi religión, o sea, la católica,
aporta a la poesía tres conceptos
que son fundamentales: la alabanza
de lo creado y de su Creador
(como en Akenatón, los himnos védicos,
San Francisco, Espronceda, Pound y Perse);
el júbilo de ser, pero el sentido
también de ser, al margen del azar
y de las ciegas fuerzas naturales;
y, por último, el drama, la tensión
de la lucha en un mundo relajado
que prescinde del cielo y del infierno.

Feliz quien, al amparo de la fe,
escribe poesía desde el júbilo,
el drama, la alabanza y el sentido.

Por fuertes y fronteras, 1996.

TU MUSA

Convéncete primero de que le caes simpático,
de que lo pasa bien cuando sale contigo.
Llévala a casa luego, sírvele un par de copas
y, en un momento dado, mordisquéale el cuello.
Unas veces querrá pasar al dormitorio,
otras alegará una indisposición
y otras te contará su vida por entregas.
Muéstrale en cada caso la dosis de cariño
que te pidan sus ojos. Sé generoso siempre.
Trata de conservarla como sea a tu lado.
Sin ella, sin tu musa, no eres nadie, poeta.

Por fuertes y fronteras, 1996.

INSPIRADO EN FAULKNER

Sin amor, sin honor y sin orgullo,
sin emoción y sin complicidad
la poesía no tiene sentido.
El deber del poeta es escribir
sobre la compasión, la fortaleza
y la debilidad, sobre el espíritu
de sacrificio (que redime al mundo),
la piedad, el coraje, el heroísmo.
Y su voz no ha de ser solamente memoria,
sino también columna en que se asiente
la condición humana, fundamento
que alivie su temor al vacío, mitigue
su angustia y vierta luces
en su noche perpetua.

Cuaderno de vacaciones, 2014.