Manuel Altolaguirre

Ceres, de Óscar Domínguez

Para Manuel Altolaguirre (1906-1959), miembro de la generación del 27 y uno de sus principales promotores a través de la revista Litoral, la poesía “sirve para rescatar el tiempo, para levantar el ánimo, para tener alma completa, y no fugaces momentos de vida”. En versos claros, diáfanos, el poeta malagueño canta el amor, la soledad y la muerte.

LA POESÍA

Tan clara que, invisible,
en sí misma se esconde,
como el aire o el agua,
transparente y oculta;
desierta no, surcada
por pájaros y peces,
herida por los árboles.

«Vida poética, 20», Poesía, 1930-1931.


Adonis

Ventanas, de Yasin Ghaleb

Para Alí Ahmad Said, Adonis (Siria, 1930), la poesía es la más amplia de todas las disciplinas del pensamiento. Con su obra, ha contribuido a la renovación de la lírica árabe, abriéndola a la literatura europea e internacional y ensayando nuevas formas como el poema en prosa.

A SÍSIFO

A Halim Barakat

Juré que escribiría sobre el agua.
Juré que llevaría con Sísifo
su sorda roca.
Juré que me quedaría con Sísifo,
sometiéndome a la fiebre y a las centellas,
buscando en las órbitas ciegas
una última pluma
que escribiera a la yerba y al otoño
el poema del polvo.
Juré vivir con Sísifo.

Canciones de Mihyar el de Damasco, 1961. Traducción de Pedro Martínez Montávez y Rosa Martínez Lillo.


Amado Nervo

Paisaje con niña y hortensias, de Alfredo Ramos Martínez

La poesía del modernista Amado Nervo (México, 1870-1919) gira en torno a la dialéctica entre carne y espíritu, sensualidad y misticismo, fe rota y afán de trascendencia.

POETAS MÍSTICOS

Bardos de frente sombría
y de perfil desprendido
de alguna vieja medalla;

los de la gran señoría,
los de mirar distraído,
los de la voz que avasalla.

Teólogos graves e intensos,
vasos de amor desprovistos,
vasos henchidos de penas;

los de los ojos inmensos,
los de las caras de cristos,
los de las grandes melenas:

mi musa, la virgen fría
que vuela en pos del olvido,
tan solo embeleso halla

en vuestra gran señoría,
vuestro mirar distraído
y vuestra voz que avasalla.

Mi alma que os busca entrevistos
tras de los leves inciensos,
bajo las naves serenas,

ama esas caras de cristos,
ama esos ojos inmensos,
ama esas grandes melenas.

Místicas, 1898.


Aurora Luque

El jardín de Artemisa, de Jesús Zatón

Aurora Luque (Almería, 1962) une en su poesía lo clásico y lo mediterráneo, lo cotidiano y la referencia culta. Con maestría rítmica, revisa los mitos de la cultura occidental en libros como Carpe noctem (1994).

DEL DESCIFRAR

Fluir en la corriente sagrada de los versos
de una noche a otra noche
y ser atropellada, ser mordida
por la negra belleza que estalla en las palabras.

Y qué saturación sentir el aire
de otros mundos, la hoja que temblaba
en la lluvia con sol, los astros asomados
a la leve escritura,
un aroma olvidado de la infancia
o un placer sumergido
en las aguas más hondas de la vida:

carne que se entreviese
–erótico fulgor rosado y denso–
bajo el encaje oscuro del poema.

Problemas de doblaje, 1982.


José Asunción Silva

El colombiano José Asunción Silva (1865-1896) es, entre los poetas de la primera generación del Modernismo, el que más se adentra en el ámbito del simbolismo. De ahí su gusto por la expresión misteriosa, vaga, sugerente y de cadenciosa musicalidad. Otros rasgos de su poesía son la obsesión por el tiempo, el recuerdo y la muerte, y el tono elegíaco.

LAS ARPAS

Va la brisa por valles y collados
Y cargada de aromas y silencio
No lleva, entre sus alas invisibles,
Ni una voz —ni una música —ni un eco.
Pero en oscuro bosque retirado
Patria de las dríadas y los genios,
En alto tronco suspendida encuentra
Arpa eolia de místicos acentos,
Al pasar vibra en las sonoras cuerdas
Del dulce y melancólico instrumento
Y van sus sosegadas armonías
A perderse a lo lejos!

El alma del poeta es delicada
Arpa —que cuando vibra el sentimiento
En sus cuerdas sensibles—se estremece
Y produce sus cantos y sus versos.

Intimidades, 1880-1884.