Jorge Boccanera

Sin título, de Gabriel Salomón

Para Jorge Boccanera (Argentina, 1952) la poesía “ilumina momentos profundos del ser humano, profundas intensidades”. El amor, la muerte, el compromiso político  son algunos de los temas que recorren su obra..

DEL OFICIO DE LA POESÍA

Hay que incendiar a la poesía
y cantar luego
con las cenizas útiles.

Poemas del tamaño de una naranja, 1979.


Aquilino Duque

Desnudo, de Ricardo Macarrón

El poeta y ensayista de pensamiento liberal Aquilino Duque (Sevilla, 1931) considera la poesía “más como cántico que como sermón, más como revelación que como testimonio”. En sus versos se percibe el magisterio de los grandes poetas andaluces del siglo XX, del modernismo y del 27.

DIALÉCTICA

Somos la inmensa mayoría;
somos todos iguales y mediocres.
Tú, poeta, no olvides que eres masa;
canta en el coro y nunca se te ocurra
salir de formación o adelantarte,
que el que destaca es un insolidario
reo de lesa historia, y tú no debes
olvidar que nosotros olvidamos
piadosamente tus orígenes.
¿Que fuiste un precursor?
¿Que tu palabra precedió a la aurora?
Somos la luz, la eternidad es nuestra.
Vivimos en aurora permanente.
Limítate a cantarla y, si dudases
aún, ven y pregunta, que doctores
tiene la santa madre historia.
¿Qué soberbia es la tuya
de buscar la verdad por cuenta propia?
¿Quién eres tú, que no te basta
esta ración de luz que se te asigna?
Ten calma. Algunas veces la verdad
es históricamente inoportuna.
Es cuestión de aguardar algunos años,
algunos siglos como mucho,
¿y qué son unos siglos cuando piensas
en la paradisíaca eternidad
que ganarás con tu silencio?
Esgrime el arma que te damos
y asesina cadáveres,
momias propiciatorias,
que el mundo de hoy está bien hecho
pues obra nuestra es.
Ya no hay contradicciones:
en nuestra sociedad, sino dialéctica.
Somos progreso, libertad, justicia.
La Historia está de nuestra parte.
Todo aquél que no canta con nosotros
canta contra nosotros.
Este es el juego, si lo aceptas
te leeremos todos, pues en ti
fulgirá, espejo colectivo,
la elevación de nuestro pensamiento.
Si no lo aceptas, abre tu escritorio
oloroso a manzanas putrefactas
y saca esa pistola que despeja
las dudas de una vez y para siempre.
A florecer, rosal planificado.
Y tú, viola tricolor,
flor ojerosa, pensamiento viudo,
no hagas escenas de mal tono
sobre la tumba de ese desdichado
zángano de la superestructura,
de ese poeta anónimo
que no tuvo bastante
con perder las cadenas.

1964. De palabra en palabra, 1972.


José Barroeta

Inverlunios, de Karim Borjas

La muerte, la infancia, la familia y su aldea natal (Pampanito, en Trujillo, Venezuela) pueblan las visiones surrealistas de la poesía de José Barroeta (1942-2006). Sus versos constatan el vacío del vivir, la pérdida de todo lo amado.

ARTE DE ANOCHECER

Hay un arte de anochecer.
De la entrada del cuerpo al alma,
de la niebla a la redondez
y del círculo al cielo;
hay un arte de luz,
un campo donde anochecer
es mirar la vida
con el cuerpo cerrado.
Hay un arte de anochecer,
un descenso en la entrada del día
a la completa oscuridad.
Un intermedio donde es necesario
recibir y saber todo sin estremecimiento.
Hay un arte,
un paisaje a veces amable,
a veces torvo,
donde ascenso y descenso son accesorios
de la materia limpia.
Hay un arte de anochecer.
Quien haya vivido o soñado con bosques,
luces y demonios,
lo sabe.

«Fluvial», en Arte de anochecer, 1975.


Javier Egea

Los hermanos Quintero, de Daniel Quintero

Javier Egea (Granada, 1952-1999) es uno de los fundadores de la corriente literaria conocida como La otra sentimentalidad, caracterizada por su compromiso político de izquierdas y por el distanciamiento de la experiencia personal. Fue el brote más llamativo de la llamada poesía de la experiencia.

POÉTICA

A Aurora de Albornoz
Mas se fue desnudando. Y yo le sonreía
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

Vino primero frívola –yo niño con ojeras–
y nos puso en los dedos un sueño de esperanza
o alguna perversión: sus velos y su danza
le ceñían las sílabas, los ritmos, las caderas.

Mas quisimos su cuerpo sobre las escombreras
porque también manchase su ropa en la tardanza
de luz y libertad: esa tierna venganza
de llevarla por calles y lunas prisioneras.

Luego nos visitaba con extraños abrigos,
mas se fue desnudando, y yo le sonreía
con la sonrisa nueva de la complicidad.

Porque a pesar de todo nos hicimos amigos
y me mantengo firme gracias a ti, poesía,
pequeño pueblo en armas contra la soledad.

La otra sentimentalidad, 1983.


Tatiana Oroño

Composición III, de Gustavo Serra

Para Tatiana Oroño (Uruguay, 1947), la función de la poesía es rescatar el pasado, enfrentar la palabra poética al olvido, dar testimonio de la experiencia vital íntima y colectiva, decir lo que todavía no se ha dicho.

AQUÍ

Quiero escribir los versos
que se aten
a lo que conocí, a las cosas que quise
versos restitutivos
de los tiempos que fueron
como animales mansos
masticando las briznas de mi primera vida.
Quiero escribir un verso en donde cante
mi ligadura al modo que viví
mi destino grupal, mi infatigable rumbo
de célula compleja.
(Y que se escriba
con el corazón alto y un latido
perdiguero y delgado.)

El alfabeto verde, 1979.