Celedonio Esteban Flores

Celedonio Esteban Flores (Buenos Aires, 1896-1947), poeta y letrista de tangos, es uno de los máximos representantes de la literatura lunfardesca. Optó por una “poesía fácil de expresión común” para cantar “el drama de todos los días”.

MUSA REA

No tengo el berretín de ser un bardo,
chamuyador letrao, ni de spamento;
Yo escribo humildemente lo que siento
y pa’ escribir mejor, lo hago en lunfardo.

Yo no le canto al perfumado nardo
ni al constelao azul del firmamento.
Yo busco en el suburbio sentimiento…
¡Pa’ cantarle a una flor, le canto al cardo!

Y porque embroco la emoción que emana
del suburbio tristón, de la bacana,
del tango candombero y cadencioso,

surge a torrentes mi mistonga musa.
¡Es que yo tengo un alma rantifusa
bajo esta pinta de bacán lustroso!

Cuando pasa el organito, 1935.


Giovanni Quessep

La poesía de Giovanni Quessep (Colombia, 1939) está marcada por la celebración del mundo y la lucha dolorosa e inútil contra el tiempo que nos lo arrebata. Quessep recrea, con un lenguaje decantado, los arquetipos y símbolos de muy diversas tradiciones literarias.

PRELUDIO DE LA MUERTE

¿Aun si la poesía no es un engaño
del telar que se mueve ante tus ojos,
dónde hallarás la salvación
y quién o qué podrá salvarte? En nada crees.

Como quien va a morir
esperas en la puerta de tu casa:
Duro oficio esperar lo que se ignora,
buscando, entre las ruinas, una mágica sombra.

Muerte de Merlín, 1985.


Àlex Susanna

Para Àlex Susanna (Barcelona, 1957) «a veces, de una experiencia no muy poética puede salir un poema con más facilidad que ante grandes hechos». Es por ello que la cotidianidad (el hogar, el amor y la familia, el trabajo, los viajes, el paisaje, la cultura…) es el núcleo esencial de su poesía, caracterizada también por el tono de confidencia, meditativo y coloquial.

AVISO PARA NAVEGANTES

A Paulo Teixeira

En una plaza ibérica
te hacen leer, como quien no quiere la cosa,
un poema ante una sorprendida
concurrencia, que por allí pasaba
atareada u ociosa;
y de pronto me veo a mí mismo
intentando patéticamente
abrirme paso con el verso
en medio de la gente indiferente
como un náufrago de quien nadie se percata…
Y poco a poco esta voz que no ve
se hunde, se hunde hasta tocar fondo
y dejar de creer en ella misma:
eso le pasa a la poesía
cuando intenta llegar a demasiada gente.

Inútil poesía, 2002. Traducción de Ángel Guinda.


José Mármol

El poeta José Mármol (República Dominicana, 1960) concibe la poesía como artefacto de conocimiento e instrumento de salvación personal. Es, por su rigor estético e intelectual, uno de los más importantes renovadores de la poesía dominicana contemporánea.

ARTE POÉTICA

Oh llamado demoníaco del surtidor poético, no me abandones a la miseria yerma de la claridad. Apártame por siempre de lo fácil, lo tangible. En la oscuridad prolifera el asombro. Húndeme al tórrido gris de un mar llovido. Deja que me pierda en su armonía de furias. Dame otra vez de la locura el sueño y de la clarividencia el más ancho desvarío. Mantenme colgado de lo inimaginable. Apóyame del aire, así caigo en lo eterno. Clávame al madero de un verso apetecido, de una voluptuosa imagen de otra edad. Átame al dilema de cantar o pensar. Elévame, elévame, elévame y no me sueltes nunca al rumor de lo que es. Desanda con mi lengua los espacios invisibles. Di con mis palabras cuanto habrá de aparecer. Diseca con un verso la belleza del instante. Haz reír un ángel y que Dios me cele. Oh bestial, cortante llamado del tormento poético. Haz de la sospecha pasión de mi escritura; que converjan en mi verbo los idiomas y las pieles, y en las vibraciones espantosas de mi sangre todos los candores de la inocuidad. Haz de mi existencia un estallido, un soplo de vocales, una idea fragante, un ya nunca jamás. Oh monstruoso llamado del surtidor poético. Haz de cada sílaba un lenguaje nuevo y con árboles y piedras un mundo a tu deseo. Haz del no sido el es y del devenir un retornar sin freno. Condéname a todo, oh torrente mágico de la poesía, menos al viciado misterio de lo exacto. Haz que mis canciones sobrevuelen la breve infinitud del universo. Oh demoníaco, oh bestial, oh fecundo y verbal llamado del poema.

Lengua de paraíso, 1992.


Eladio Cabañero

El poeta Eladio Cabañero (1930-2000) canta con ternura el paisaje y las gentes de su Tomelloso natal (Ciudad Real). Al igual que la de sus compañeros de generación, la del 50, su poesía trasciende la poesía social para indagar en temas más íntimos, como el amor, la soledad y el desvalimiento.

CANTOR POPULAR

¿Adónde vas así de cancionero,
claro visitador de la alegría,
cantando tu canción de cada día
detrás de tu carrito callejero?

No hay cantor popular más verdadero.
Es un pretexto tu mercadería,
lo tuyo es tu cantar. Con gallardía
ganas tu pan, ilustre refranero.

Cantor popular a la querencia
de la tierra que te hizo campesino
cantas el pueblo y cantas tu existencia.

Dejas un rastro oral en el camino
con tu carrito y tu canción, herencia
que se reparte el pueblo de continuo.

Desde el sol y la anchura, 1956.