José Manuel Arango

Mujer vestida de negro en un interior, de Juan Cárdenas

La poesía de José Manuel Arango (Colombia, 1937-2002) huye del sentimentalismo, los excesos ornamentales, la ingeniosidad… Su lenguaje poético, austero, desnudo, es un instrumento para interrogar la extrañeza radical del mundo.

ESCRITURA

Marcar una moneda
con la uña,
hacerle con la uña una raya
y echarla a rodar por la ciudad

Tal vez la ciudad te la devuelva
y quizá traiga dos rasguños,
uno al lado del otro,
hermanos.

Agradecido la recibirías
en tu palma–

Poemas reunidos, 1997.


Tong-gyu Hwang

Sin título, de Woo-Seung Yun

La poesía de Tong-gyu Hwang (Corea del Sur, 1938) se nutre de sus viajes, sueños, temores y esperanzas, pero fundamentalmente de la naturaleza. El equilibrio entre tradición y modernidad se alcanza en su obra mediante la combinación de imágenes coreanas tradicionales y otras contemporáneas y cosmopolitas.

EL POETA DEBE SUFRIR MUCHO 1

El poeta Songbok Lee preguntó:
«El poeta para ser poeta debe sufrir mucho, ¿verdad?
Recuerda a Baudelaire, Rimbaud y Du Fu».
¡Vida dura!
Homero, poeta ciego,
llenó todo el Mediterráneo de vino rojo;
Qu Yuan, poeta neurótico,
pintó el nacimiento del río Yangzi en blanco y negro.
¡Difíciles colores!

El poeta debe sufrir mucho…»
Por un momento, corto el hilo del pensamiento y miro el paisaje exterior.
La ventisca cierra y abre mis ojos;
en esa apertura vuela lejos un pájaro descalzo.

Posada de nubes y otros poemas, 1998. Traducción de Francisco Carranza Romero y Óscar Mavila Marquina.


Emilio Teno

Elección, de Diego Dayer

La poesía de Emilio Teno (Argentina, 1978) se caracteriza por el compromiso con su tiempo histórico, el lenguaje coloquial y el equilibrio entre intimidad e historia.

ARTE POÉTICA

Trabajar con este puñado de desdichas
es a menudo un duro oficio sepulcral.
Uno se pone serio de pronto y se acuerda:

de la última bomba caída sobre Bagdad
(esa ciudad soñada por poetas y por ladrones),
del Brasil, con su ejército de campesinos mendigos,
(allí quise una vez vivir bajo el cielo, con un pez y
una mujer hermosa),
de mi Argentina, manojo de nostalgias violadas, robadas,
(loca tierrita mía, que te dolés como una yegua agonizante),
de África, con sus pechos resecos por la muerte y
sus grandes ojos blancos de niño que pregunta.

Urdir palabras con este horror a cuestas
no es fácil. Pero tampoco es fácil:
levantar una pared con este horror a cuestas
arreglar un zapato con este horror a cuestas
enseñar a sumar con este horror a cuestas

quiero decir palabras nacidas del horror
paredes levantadas sobre el horror
zapatos que pisan las huellas del horror
las sumas cotidianas del horror
son oficios salvajes.

Por suerte, también está la aurora
el sabor del pan
la primavera
la revolución
y vos.

El tiempo que nos toca, 2004.


Teresa Gracia

Dánea, de Juan Navarro Baldeweg

La poesía de Teresa Gracia (Barcelona, 1932-2001) refleja la amarga vivencia del exilio, el paso del tiempo y el anhelo de conquistar en el verso regular, encadenado al metro y la rima, la insobornable libertad interior del artista.

NACE EL POETA CON LA MANO HERIDA…

Nace el poeta con la mano herida
porque a ras de la palma le han cortado
el cordón en los dedos enredado
con que a su madre musa estuvo unida.

Pero se mueve en el papel caída
dejando siempre por el mismo lado
en filial obediencia a un dictado
la señal de que va perdiendo vida.

Sólo un brazo en el cuerpo la protege
y se la lleva al alma, cuna y tumba
donde entrará también cuando sucumba

el puño que en los versos entreteje
golpes contra el barrote de la pluma
que a la pena mayor, la cárcel suma.

Cuarenta y tantos sonetos al soneto, 1998.


Gaspar Orozco

Camino desde, hacia nuestra existencia, de Mario Sánchez M.

El mexicano Gaspar Orozco (1971) escribe, bajo la influencia de la lírica china y de los poemas zen japoneses, una poesía caracterizada por la voluntad de encaminarse sin rodeos hasta la esencia de las experiencias y las cosas.

TODO POEMA ES UN ESCRITO PÓSTUMO…

Todo poema es un escrito póstumo
el que escribió esto ya está muerto
cada palabra es una paletada de tiempo sobre la anterior
no hay tiempo ni de fabricar a gritos una despedida
el cero es un pozo sin fondo
vivo en caída libre dentro de él
el poema es una piedra estrellándose contra el agua
aún no escucho nada

El silencio de lo que cae, 2000.