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José Saramago

Thot, de Nadir Afonso

Conocido y respetado como novelista, el portugués José Saramago (1922-2010) es también un inspirado poeta. En sus versos medita, con un estilo denso y contenido, acerca del mundo contemporáneo, el amor, los sueños o la propia poesía.

ARTE POÉTICA

¿Viene de qué el poema? De cuanto sirve
Para trazar a escuadra la sementera:
Flor o hierba, floresta y fruto.
Pero avanzar un pie no es hacer jornada,
Ni cuadro será el color que no se inscribe
Con acierto riguroso y armonía.
Amor, si lo hay, con poco se conforma
Si, por ocio de alma acompañada,
Del cuerpo le basta la presciencia.

No se olvida el poema, no se aplaza,
Si el cuerpo de la palabra es moldeado
Con firmeza, ritmo y conciencia.

Los poemas posibles, 1966. Traducción de Ángel Campos.


Rafael Alberti

No nos dejaremos arrebatar la paz, de Rafael Alberti

El tema principal de la poesía del gaditano Rafael Alberti (1902-1999) es la nostalgia: de su patria y su bahía de Cádiz, de la fe y la inocencia perdidas y de un orden social más justo. Formalmente, destaca por la musicalidad y el virtuosismo para el verso y por el uso de imágenes plásticas.

SI MI VOZ MURIERA EN TIERRA…

Si mi voz muriera en tierra
llevadla al nivel del mar
y dejadla en la ribera.

Llevadla al nivel del mar
y nombradla capitana
de un blanco bajel de guerra.

¡Oh mi voz condecorada
con la insignia marinera:
sobre el corazón un ancla
y sobre el ancla una estrella
y sobre la estrella el viento
y sobre el viento la vela!

Marinero en tierra, 1924.


Eugenio Montejo

Existencia es tiempo, de Luisa Richter

Para Eugenio Montejo (Venezuela, 1938-2008) la poesía intenta ser un alfabeto del mundo, una forma de restituir en palabras las voces que oímos emerger de la tierra. Su lenguaje es hedonista y romántico, sensual y simbólico.

EL ESCLAVO

Ser el esclavo que perdió su cuerpo
para que lo habiten las palabras.
Llevar por huesos flautas inocentes
que alguien toca de lejos
o tal vez nadie. (Sólo es real el soplo
y la ansiedad por descifrarlo.)

Ser el esclavo cuando todos duermen
y lo hostiga el claror incisivo
de su hermana, la lámpara.
Siempre en terror de estar en vela
frente a los astros
sin que pueda mentir cuando despierten,
aunque diluvie el mundo
y la noche ensombrezca la página.

Ser el esclavo, el paria, el alquimista
de malditos metales
y trasmutar su tedio en ágatas,
en oro el barro humano,
para que no lo arrojen a los perros
al entregar el parte.

Terredad, 1978.


Nicolás Guillén

La silla, de Wilfredo Lam

La poesía del cubano Nicolás Guillén (1902-1989), de hondas raíces populares, gira en torno al tema de la negritud y, más adelante, al de los problemas sociales del continente americano.

ELEGÍA MODERNA DEL MOTIVO CURSI

No sé lo que tú piensas, hermano, pero creo
que hay que educar la Musa desde pequeña en una
fobia sincera contra las cosas de la Luna,
satélite cornudo, desprestigiado y feo.

Edúcala en los parques, respirando aire libre,
mojándose en los ríos y secándose al sol;
que sude, que boxee, que se exalte, que vibre,
que apueste en las carreras y que juegue hand ball.

Tú dirás que el consejo es pura «pose», ¿no es eso?
Pues no, señor, hermano. Lo que ocurre es que aspiro
a eliminar el tipo de la mujer-suspiro,
que está dentro del mundo como un pájaro preso.

Por lo pronto, mi musa ya está hecha a mi modo.
Fuma. Baila. Se ríe. Sabe algo de derecho,
es múltiple en la triste comunidad del lecho
y dulce cuando grito, blasfemo o me incomodo.

Por otra parte, cierro mi jardín de tal suerte
que no hay allí manera de extasiarse en la Luna.
(Por la noche, el teatro, el cabaret, o alguna
recepción…) Y así vivo considerado y fuerte.

Poemas de transición, 1927-1931.


Juan Ruiz Peña

Paisaje, de Mª Antonia Dans

La poesía del jerezano Juan Ruiz Peña (1915-1992) se caracteriza por la expresión sencilla, transparente, y nos invita a la reflexión en torno al amor, la soledad, la naturaleza.

VERSO LARGO

Verso largo como la senda del bosque,
como el cielo infinito, armonioso
como la creación.
Cruel y terrible como un océano afilado
de tiburones,
el verso más largo que se haya escrito jamás,
y uncido como un buey a él mi corazón
desesperado,
que sabe que lo mejor sería no haber nacido.
Corazón desolado como el muro de los
fusilamientos,
corazón solitario como el barco
que se hunde en alta mar.
Porque el hombre
es menos que un fósforo, menos que un montoncillo
de cenizas, que un sueño.
Clavado aquí velo a mi propia alma
incrédula.
Me repugna soñar: transcribo lo que soy
humildemente, sin color,
sin música e incluso
con sintaxis cavada como una trinchera,
donde se guarece el que yo fui,
el vagabundo, el enamorado,
el realista que escribe esto
por afán de escribir un verso oceánico,
arco iris entre el sueño y lo real,
dardo relampagueante que llegue a ti, Señor.

Andaluz solo, 1962.