El madrileño Luis Felipe Vivanco (1907-1975), componente de la generación del 36, se decantó por una poesía en torno a la familia, el amor humano, el sentimiento religioso y la naturaleza. Sus versos, armoniosos y claros, son de corte clásico.
ARTE POÉTICA
1
Lo digno es ser contado por Dios de otra manera.
(Como ese rostro apenas distinto de la tierra,
de los surcos que ara, o ese cuerpo –y sus pasos–
que se vuelve de espaldas a un tiempo repetido
para aprender la inédita lección de las distancias,
donde están las cortezas de los árboles:
sus dibujos menudos como sueños.)
Lo digno es un desvío, y un desprecio (desde este
sitio, desde estos viejos tejados y esta parra).
Mirar de otra manera –con mirada de uno–
más bien hacia otra parte,
fijarse en los rincones en donde crece el alma,
y aprender…
(Y ser libre porque sufro de veras
por cosas verdaderas, y porque tomo en serio
–¡muy en serio!– las cosas que hay que tomar en serio.)