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Evaristo Carriego

La Vuelta de Rocha, de Víctor Cunsolo

Los poemas de Evaristo Carriego (1883-1912) nos muestran una versión poética de las orillas del norte de Buenos Aires. Es el primer espectador de los barrios pobres en la poesía argentina. Su estilo debe mucho al modernismo, pero se aparta de él en su intento de expresar con realismo el ambiente de los suburbios.

SI DE ESTAS CUERDAS MÍAS, DE TONOS MÁS QUE RUDOS…

Si de estas cuerdas mías, de tonos más que rudos,
te resultasen ásperos sus rendidos saludos,
y quieres blandos ritmos de credos idealistas,
aguarda delicados poetas modernistas
que alabarán en oro tus posibles desdenes,
coronando de antorchas tus olímpicas sienes,
devotos de la blanca lis de tu aristocracia,
con que ilustro los rojos claveles de mi audacia,
o espera, seductora, decadentes orfebres
que graben tus blasones en sus creadoras fiebres:
yo, trabajo el acero de temples soberanos:
los sonantes cristales se rompen en mis manos.

De «Envíos» en Misas herejes, 1908.


Paul Celan

El castillo, de Avigdor Arikha

El rumano Paul Celan (1920-1970) es uno de los mayores poetas de la lengua alemana. En su poema “Fuga de la muerte” expresó el trágico destino del pueblo judío.

HACIA DONDE SE ME CAYÓ LA PALABRA QUE ERA INMORTAL…

Hacia donde se me cayó la palabra que era inmortal:
en la garganta del cielo detrás de la frente,
hacia allí va, asistida por saliva y basura,
la Siete-Estrellas que conmigo vive.

En la bitácora las rimas, el aliento en el estiércol,
el ojo un serviola de imágenes –
y sin embargo: un silencio erguido, una piedra,
que rodea la escala del diablo.

La rosa de nadie, 1963. Traducción de José Luis Reina.


Manuel del Cabral

La poesía del dominicano Manuel del Cabral (1907-1999) sigue dos direcciones: una exterior, preocupada por los problemas del continente americano; y otra esencial, en busca de las verdades últimas del ser.

POESÍA

Agua tan pura que casi
no se ve en el vaso agua.
Del otro lado está el mundo.
De este lado, casi nada…
Un agua pura, tan limpia
que da trabajo mirarla.

Tierra íntima, 1930-1954.


Salvador Espriu

Niña con gato, de Antoni Clavé

El gerundense Salvador Espriu (1913-1985) huyó de los halagos sensoriales y sonoros para elaborar un lirismo sobrio, contenido, pero intenso, en torno a los problemas de la condición humana, su tiempo y su tierra.

VERSOS, CAMINO ADELANTE

De un viejo color de plata
quisiera yo que fuesen
mis versos: de un noble,
antiguo color de plata.

Ante la muerte, que trae
secretas señales del rostro
que yo veo al mirarme,
busco con ellos extinguidas
voces del mar, paso de nubes,
las distantes primaveras.

Triste y libre, camino,
ante la muerte que me mira,
a la luz, por la plata
antigua de mis versos.

Mrs. Death, 1952. Traducción de José Batlló.


Enrique Verástegui

Abstracto azul, de Miguel Brenner

A los 22 años, el poeta peruano Enrique Verástegui (1950) sorprendió a la crítica por el poderoso aliento lírico de su primer libro, En los extramuros del mundo, que revelaba la lectura pertinaz de los poetas beatniks y de Ernesto Cardenal. Sus poemas posteriores, como los de su monumental Ética, de más de mil páginas, destacan por su rigor artístico y vasta erudición.

SI TE QUEDAS EN MI PAÍS

En mi país la poesía ladra
suda orina tiene sucias las axilas.
La poesía frecuenta los burdeles
escribe cantos silba danza mientras se mira
ociosamente en la toilette
y ha conocido el sabor dulzón del amor
en los parquecitos de crepé
bajo la luna
de los mostradores.
Pero en mi país hay quienes hablan con su botella de vino
sobre la pared azulada.
Y la poesía rueda contigo de la mano
por estos mismos lugares que no son los lugares
para filmar una canción destrozada.
Y por la poesía en mi país
si no hablaste como esto
te obligan a salir
en mi país
no hay donde ir
pero tienes que ir saliendo
como el acné en el cascarón rosado.
Y esto te urge más que una palabra perfecta.
En mi país la poesía te habla
como un labio inquietante al oído
te aleja de tu cuna culeca
filma tu paisaje de Herodes
y la brisa remece tus sueños
–la brisa helada de un ventilador.
Porque una lengua hablará por tu lengua.
Y otra mano guiará a tu mano
si te quedas en mi país.

En los extramuros del mundo, 1971.