Autor: editor

José de Espronceda

El fusilamiento de Torrijos, de Antonio Gisbert

José de Espronceda (1808-1842) representa, en España, el Romanticismo liberal más exaltado. Una caterva de personajes rebeldes y marginales pueblan una obra que oscila entre lo lírico y lo narrativo.

EL ÁNGEL Y EL POETA

ÁNGEL

¿Osas trepar, poeta, a la montaña
de oro del cenit?

POETA

¡Quienquiera seas,
ángel sublime, del empíreo cielo
radiante aparición, o del profundo
príncipe condenado a eterno duelo
y a llanto eterno, dame que del mundo
rompa mi alma la prisión sombría,
mis pies desprende de su lodo inmundo,
y en alas de Aquilón álzame y guía!

ÁNGEL

¡Oh, hijo de Caín! Sobre tu frente
tu orgullo irreverente
grabado está, y tu loco desatino:
do tus negros informes pensamientos,
las nubes que en oscuro remolino
sobre ella apiñan encontrados vientos,
y el raudo surco de amarilla lumbre,
que en pálida vislumbre,
ráfaga incierta de la luz divina,
sus sombras ilumina,
muéstranme en ti al poeta,
¡el alma en guerra con su cuerpo inquieta
muéstranme en ti la descendencia, en fin,
rebelde y generosa de Caín!


Evaristo Carriego

La Vuelta de Rocha, de Víctor Cunsolo

Los poemas de Evaristo Carriego (1883-1912) nos muestran una versión poética de las orillas del norte de Buenos Aires. Es el primer espectador de los barrios pobres en la poesía argentina. Su estilo debe mucho al modernismo, pero se aparta de él en su intento de expresar con realismo el ambiente de los suburbios.

SI DE ESTAS CUERDAS MÍAS, DE TONOS MÁS QUE RUDOS…

Si de estas cuerdas mías, de tonos más que rudos,
te resultasen ásperos sus rendidos saludos,
y quieres blandos ritmos de credos idealistas,
aguarda delicados poetas modernistas
que alabarán en oro tus posibles desdenes,
coronando de antorchas tus olímpicas sienes,
devotos de la blanca lis de tu aristocracia,
con que ilustro los rojos claveles de mi audacia,
o espera, seductora, decadentes orfebres
que graben tus blasones en sus creadoras fiebres:
yo, trabajo el acero de temples soberanos:
los sonantes cristales se rompen en mis manos.

De «Envíos» en Misas herejes, 1908.


Paul Celan

El castillo, de Avigdor Arikha

El rumano Paul Celan (1920-1970) es uno de los mayores poetas de la lengua alemana. En su poema “Fuga de la muerte” expresó el trágico destino del pueblo judío.

HACIA DONDE SE ME CAYÓ LA PALABRA QUE ERA INMORTAL…

Hacia donde se me cayó la palabra que era inmortal:
en la garganta del cielo detrás de la frente,
hacia allí va, asistida por saliva y basura,
la Siete-Estrellas que conmigo vive.

En la bitácora las rimas, el aliento en el estiércol,
el ojo un serviola de imágenes –
y sin embargo: un silencio erguido, una piedra,
que rodea la escala del diablo.

La rosa de nadie, 1963. Traducción de José Luis Reina.


Manuel del Cabral

La poesía del dominicano Manuel del Cabral (1907-1999) sigue dos direcciones: una exterior, preocupada por los problemas del continente americano; y otra esencial, en busca de las verdades últimas del ser.

POESÍA

Agua tan pura que casi
no se ve en el vaso agua.
Del otro lado está el mundo.
De este lado, casi nada…
Un agua pura, tan limpia
que da trabajo mirarla.

Tierra íntima, 1930-1954.


Salvador Espriu

Niña con gato, de Antoni Clavé

El gerundense Salvador Espriu (1913-1985) huyó de los halagos sensoriales y sonoros para elaborar un lirismo sobrio, contenido, pero intenso, en torno a los problemas de la condición humana, su tiempo y su tierra.

VERSOS, CAMINO ADELANTE

De un viejo color de plata
quisiera yo que fuesen
mis versos: de un noble,
antiguo color de plata.

Ante la muerte, que trae
secretas señales del rostro
que yo veo al mirarme,
busco con ellos extinguidas
voces del mar, paso de nubes,
las distantes primaveras.

Triste y libre, camino,
ante la muerte que me mira,
a la luz, por la plata
antigua de mis versos.

Mrs. Death, 1952. Traducción de José Batlló.