Mujer con mantilla, de Armando Reverón

La venezolana Enriqueta Arvelo Larriva (1886-1962) vivió alejada del mundillo literario, lo que le permitió crear una obra poética muy personal. Su poesía, sobria y emotiva, surge de la vivencia directa del mundo que la rodea.

DESTINO

Un oscuro impulso incendió mis bosques
¿Quién me dejó sobre las cenizas?

Andaba el viento sin encuentros.
Emergían ecos mudos no sembrados.

Partieron el cielo pájaros sin nidos.
El último polvo nubló la frontera.

Inquieta y sumisa, me quedé en mi voz.

Voz aislada, 1930-39.

BALADA DE LO QUE OÍ

No supe quién me lo dijo.
El acento, divino.

No supe quién me lo dijo.
No corrí tras los detalles
cuando oí lo infinito.

No supe quién me lo dijo.
Lo oí.
¡Dichoso el oído mío!

En ese instante se hizo en mí lo armonioso.
Lo que oí va eterno y limpio.

Y qué tremenda la gracia
de no saber quién me lo dijo.

Voz aislada, 1930-39.