Vicente Gaos (Valencia, 1919-1980), poeta desarraigado y magnífico sonetista, centró su poesía en la angustia de vivir, la presencia de la muerte y el diálogo con Dios. También, en la experiencia amorosa y en la conciencia social.
TÚ ERES TÚ
Pues tú eres tú…
J.R.J.
No te merezco, no. Yo canto, canto,
y te quiero, te quiero, sí, te quiero,
y sólo por ti vivo y por ti muero,
y sé que hasta tu cima me levanto.
Pero no es en tu cima en donde canto,
sino en el valle en que me desespero
de no poder vivir siempre señero,
y callar, callar sólo, amarte tanto…
Oh bajo y pobre mundo, limitado
poder de la expresión, oh lengua mía.
En cambio tu mirada, qué logrado
silencio y poderosa luz del día.
Tú me devuelves más que yo te he dado,
pues tú eres tú, yo sólo mi poesía.
Arcángel de mi noche, 1939-1943.
INEXPRESABLE
Sólo el silencio y Dios cantan sin fin.
ANTONIO MACHADO
Ya ni quiero decirte que te quiero,
silencio del amor, noche entregada.
Sí, tácita, inmortal noche estrellada,
mano de Dios y canto verdadero.
Aéreo silencio. Nada espero
poder decirte, porque el hombre nada
sabrá expresar, mas queda así, expresada,
con callar, la expresión de lo señero.
¡Voz del amor o voz de Dios! Nadie hable.
Oh el infinito cántico del cielo,
solas palabras de lo indescifrable,
conseguida expresión para mi anhelo
de altitud o pasión, inexpresable
arrebato de amor, vertical vuelo.
Arcángel de mi noche, 1939-1943.
SONETO UMBRÍO
Te tendré que escribir, soneto umbrío,
y así podréis decir: ¡Literatura!
No poesía social, ¡vaya basura!
Pura música, sí, concierto mío.
Y vuestro –os diré–, pues vuestro frío
es mi frío a la vez; vuestra locura,
la mía; la gran sombra de la hondura
el abismo común, el mal baldío,
la culpa original, la del manzano,
la de la guerra, el hambre y el orgullo
del fuerte que no da al débil la mano,
del que se dice: “A cada uno lo suyo.”
Del que me dice que escribir es vano.
Pues vano y todo, este soneto es tuyo.
Un montón de sombras, 1971; 1974.