Machu Picchu, de Tilsa Tsuchiya

Blanca Varela (Perú, 1926-2009) cultivó una poesía reflexiva y desencantada, bajo la influencia del surrealismo y del pensamiento existencialista. La palabra poética se convierte en sus versos en una forma de descubrir, conocer y revelar la realidad individual y colectiva.

UN POEMA…

Un poema
como una gran batalla
me arroja en esta arena
sin más enemigo que yo

yo
y el gran aire de las palabras

«Ejercicios», I. En Valses y otras falsas confesiones, 1972.

A ROSE IS A ROSE

inmóvil devora luz
se abre obscenamente roja
es la detestable perfección
de lo efímero
infesta la poesía
con su arcaico perfume

Valses y otras falsas confesiones, 1972.

MEDIA VOZ

la lentitud es belleza
copio estas líneas ajenas
respiro
acepto la luz
bajo el aire ralo de noviembre
bajo la hierba sin color
bajo el cielo cascado y gris
acepto el duelo

y la fiesta
no he llegado
no llegaré jamás
en el centro de todo está el poema
intacto sol
ineludible noche

sin volver la cabeza
merodeo su luz
su sombra
animal de palabras
husmeo su esplendor
su huella
sus restos
todo para decir
que alguna vez estuve
atenta desarmada
sola
casi en la muerte
casi en el fuego

Canto villano, 1972-1978.

POEMA

Poemas. Objetos de la muerte. Eterna inmortalidad de la muerte. Algo así como un goteo nocturno y afiebrado. Poesía. Orina. Sangre.

Muerte fluyente y olorosa. Gran oído de dios. Poesía. Silenciosa algarabía del corazón.

Libro de barro, 1994.