Edmund Spenser (1552?-1599) es, tras Wyatt y Surrey, el tercer gran eslabón en la consolidación del soneto en la poesía inglesa. Su obra muestra los ideales caballerescos, la condición sublime del hecho religioso y el amor como voluntad salvadora.
FELICES VOSOTRAS HOJAS, CUANDO ESAS MANOS DE LIRIO…
Felices vosotras hojas, cuando esas manos de lirio,
que sostienen mi vida con su poder de causar muerte,
os cojan y os ciñan con las bandas suaves del amor,
como a cautivos que ante el vencedor tiemblan.
Y felices versos, a los que con luz de estrellas,
esos ojos de lámpara a veces se dignen mirar
y leer las penas de mi espíritu angustiado,
escritas con lágrimas en el cerrado libro del corazón sangrante.
Y felices rimas bañadas en el sagrado arroyo,
del Helicón de donde brota,
cuando contemples esa bendita mirada de mi Ángel,
a mi alma largo tiempo le faltó alimento, a mi cielo júbilo.
Hojas, versos y rimas, buscan agradar tan sólo a ella,
pues si a ti te agradan, por nadie más cuidados tengo.
Amoretti, 1595. Traducción de Santiago González.
HAPPY YE LEAVES! WHENAS THOSE LILY HANDS…
Happy ye leaves! whenas those lily hands,
Which hold my life in their dead doing might,
Shall handle you, and hold in love’s soft bands,
Like captives trembling at the victor’s sight.
And happy lines! on which, with starry light,
Those lamping eyes will deign sometimes to look,
And read the sorrows of my dying sprite,
Written with tears in heart’s close bleeding book.
And happy rhymes! bathed in the sacred brook
Of Helicon, whence she derived is,
When ye behold that angel’s blessed look,
My soul’s long lacked food, my heaven’s bliss.
Leaves, lines, and rhymes seek her to please alone,
Whom if ye please, I care for other none.
Amoretti, 1595.
UN DÍA ESCRIBÍ SU NOMBRE ENTRE LA ARENA…
Un día escribí su nombre entre la arena,
pero vinieron las olas y se lo llevaron;
de nuevo lo escribí por vez segunda,
pero llegó la marea y de mis penas hizo presa.
—Hombre vano —ella me dijo—, que en vano pretendes
inmortalizar así a una mortal criatura,
porque yo misma como esta he de arruinarme
y también mi nombre de igual modo ha de borrarse.
—No será así —dije yo—, deja que cosas más bajas cuenten
con volverse polvo, pero tú por la fama has de vivir:
mis versos tus virtudes raras habrán de hacer eternas,
y en los cielos escribir tu nombre glorioso.
Allí donde la muerte somete a todo el mundo,
vivirá nuestro amor, y renovará vida futura.
Amoretti, 1595. Traducción de Santiago González.
ONE DAY I WROTE HER NAME UPON THE STRAND…
Amoretti, 1595.