Para Gabriel Trujillo Muñoz (México, 1958), la poesía es “friccionar palabras para arrancarles una chispa que encienda el fuego, que dé luz, que ofrezca conocimiento y calor a un tiempo”. Visual y reflexiva a la vez, su obra lírica destaca por su desencanto y lucidez.
CÁNTICO Y CLAMOR
Recomenzar: el poema
Es siempre un punto de partida
Escalón primero
Hacia otras constelaciones
Cántico y clamor:
Palabras que curan o golpean
Vendaval de imágenes
O luminosa arquitectura
Que avanza sin cesar por este mundo
Mandrágora, 1989.
DEFINICIONES
La poesía no es un acto de taxidermia
No es el maquillaje escrupuloso de la vida
No es una cirugía plástica en el cuerpo de las cosas
Que son el mundo y por ello se deterioran
La poesía es un resucitar a los muertos
Sin publicistas ni discípulos que acaben
Por sacar su propia versión del evangelio
Y la vendan como oferta en los mercados
La poesía es un devolver vida a la vida
Es anudar los opuestos en una sola imagen
Y confiar como un ciego en que la palabra
Ahuyente la malévola luz del holocausto
La poesía es una apuesta a favor de lo que somos
Un as bajo la manga
Don de lenguas, 1995.