La poesía de Salvador Puig (Uruguay, 1939-2009) está marcada por una continua exploración acerca de las posibilidades del lenguaje: uno de sus versos más conocidos, “las palabras no entienden lo que pasan”, se refiere a la dificultad de esa tarea imprescindible que se impone el poeta, encontrar la palabra exacta.
SI TUVIERA QUE APOSTAR
Si tuviera que apostar
lo haría
por la poesía
que modifica en algo
las ópticas, perturba
el leve sentido de lo real,
desplaza
las leyes físicas del miedo,
acelera
o enlentece los pulsos,
acepta pero no
que las palabras cargan
usos domésticos
y oráculos, relaciones
cambiantes que habilitan
emociones cambiantes,
protesta al mundo,
tergiversa
lo que copia, altera
los sentidos comunes,
invade
rincones, territorios dormidos,
repele y atrae al silencio,
se posa
en el pico de los pájaros,
cae a pique
y se alza
en polvo enamorado
contra la muerte victoriosa.
Si tuviera que apostar y otros poemas, 1992.
POÉTICA
Las chispas que dispersa
el papel que quemaste,
la lenta mordedura negra del fuego
dispersan una historia
toda presente.
Un canto se hace
de quemazones, humo, chispas:
el papel que quemaste quedó intacto.
Espera nuevas letras,
recortes de sonido.
Lo que resiste, a veces,
vale la pena.
Por así decirlo, 2000.