En la poesía de Ana María Rodas (Guatemala, 1937), se plantean nuevas visiones del erotismo, desde una perspectiva claramente feminista. Hay, además, una decidida defensa de la libertad, la pasión, la lujuria y la justicia; también, una rotunda condena de la guerra y la violencia.
POETA
No hay palabras
la prisión es demasiado grande
y estoy sola.
Siempre lo estuve. Nunca
hubo palabras.
El fin de los mitos y los sueños, 1984.